Paola Herrera (37) vive junto a su familia en Talca y cotidianamente realiza viajes dentro de la ciudad y suele visitar a su madre en un sector rural cercano. Reconoce que mientras su esposo conduce ella va en el asiento trasero junto a su hijo de cuatro años, pero que nunca usa el cinturón de seguridad: "Yo voy al lado con mayor libertad para moverme cuando él necesita algo". El caso de Paola se suma a muchos otros en la Región del Maule, donde nueve de cada 10 personas no utilizan el dispositivo de seguridad en sus automóviles.

Los datos fueron arrojados por el último estudio de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), que incluyó 38 mil observaciones sobre el uso de esta herramienta en las calles de 12 regiones del país. Un total de 35.784 observaciones fueron realizadas a vehículos particulares.

Aunque la Conaset calificó como "preocupantes" los resultados sobre los conductores (75,2% se pone el cinturón y un 24,8% no lo utiliza), los ocupantes de los asientos traseros de los automóviles tienen la peor conducta: el 83,1% no ocupa el cinturón, mientras que solo el 16,9% cumple con la norma. La ley regula la materia desde 2002, cuando se exigió que los automóviles debían tener sistemas de retención. Tres años después se aprobó una multa de 1,5 Unidades Tributarias Mensuales ($ 49.172) a las personas que no hicieran uso de ellos.

Gabriela Rosende, secretaria ejecutiva de la Conaset, sostiene que los resultados de la investigación son "graves", porque "han pasado 12 años desde que existe una norma y vemos que las personas no toman conciencia de que esto es una obligación y que la sanción va directamente al piloto". El problema, según la autoridad, es que los usuarios que viajan en los asientos posteriores se convierten en un verdadero "proyectil" cuando hay una colisión. Saltan hacia el sector delantero del vehículo y, además de resultar con un impacto grave, golpean al piloto y a su acompañante.

Las regiones que presentaron los peores resultados fueron La Araucanía, donde un 95,5% de las personas no se pone el cinturón, seguido del Maule, donde el 90,3% no lo utiliza.

¿Por qué el cumplimiento en las regiones es menor? "Podemos pensar que en zonas rurales o bien en las que tienen un parque automotor pequeño hay una percepción de que no les pasará nada", dice Rosende. Sin embargo, precisa que se presenta una situación diferente en cuanto a sillas infantiles: un 49% de los niños menores de nueve años contaba con ellas.

Campañas

Carolina Figueroa, presidenta de la Fundación Emilia, afirma que existe poca información respecto del peligro de no cumplir con esta normativa. "Si no hay una educación permanente, las personas se olvidan", dice. Añade que el gobierno no ha impulsado campañas específicas, sino que las políticas se han centrado en el consumo de alcohol, la disminución de la velocidad y, recientemente, en que no se chatee a bordo de los autos.

Claudia Rodríguez, de la organización "No más Chat", dedicada a la educación vial, dice que, en general, las personas mayores no ven un riesgo al circular sin este dispositivo, pues "por muchos años no hubo sanciones, entonces culturalmente se asume que ubicarse en la parte de atrás no implica riesgo". Por ello, dice que los menores de edad y los adolescentes son más responsables que los adultos en la materia.