El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se suele asociar a una sexualidad irresponsable o al consumo de drogas, conductas vinculadas a adolescentes y jóvenes. Las cifras del Ministerio de Salud (Minsal), muestran que el grupo entre 20 y 29 años concentra la mayor cantidad de nuevos casos, que pasaron de 482 en 2010, a 808 a 2014. Por eso, las campañas de prevención se enfocan en ellos.
Sin embargo, hay otro que no es foco de políticas sanitarias, pero que las cifras revelan sí es motivo de preocupación. Se trata de los nuevos casos de infección en mayores de 50 años, que en 2010 fueron 65 y para 2014, 122 (87,6%). El grupo que muestra una mayor alza es el de 50 a 54 años, con un salto de 31 a 60 casos, en el mismo periodo.
"La epidemia de VIH en Chile aún está en crecimiento", advierte Edith Ortiz, encargada del Programa Nacional de Prevención y Control VIH/SIDA e ITS del Minsal. Un crecimiento lento, aclara, si se compara con que ocurría 30 años atrás.
Adultos en riesgo
Los mayores de 50 años, representan el 7% de las nuevas infecciones notificadas en los últimos cinco años, explica Ortiz. "Los de 20 a 24 años y de 25 a 29 años, concentran la mayor proporción de nuevas infecciones en el mismo periodo (24,6% y 22,2% respectivamente)". Aún así, sobre los 50 años se observa también un alza.
¿A qué atribuirla? Por un lado existe falta de percepción de riesgo, dice, junto con un aumento en el número de exámenes de detección, "que aunque insuficientes aún, pasó (sólo en el sector público) de 323.753 exámenes en 2010 a 564.642 en 2014".
Una tendencia que se aprecia a nivel nacional, explica Carlos Pérez infectólogo de la Facultad de Medicina UC. "En los diferentes centros atendemos a una población de 2.200 pacientes con VIH y hemos visto un incremento en personas mayores de 50 años", asegura.
Se trata de una enfermedad emergente en ese grupo, dice Carlos García, geriatra de Clínica Las Condes (CLC). "No hay publicaciones de VIH en mayores de 70 años adecuadas que indiquen qué ocurre".
El geriatra de CLC aclara que si bien a los 50 años se es suficientemente joven, a nivel mundial se ha consensuado catalogar esa edad en VIH como adulto mayor, porque el peak de nuevos adquirentes es de 25 años. "El porqué del fenómeno nadie lo tiene muy claro. Es algo que ocurre en el mundo desarrollado, en Europa, EE.UU. y Canadá, y países con estadísticas confiables".
En EE.UU. en el 2013, las personas de 50 años o más representaban el 21 % (8.575) de los 47.352 diagnósticos de VIH. De ellos, la mayor cantidad (44%) se daba en personas de 50 a 54 años.
Bajo cuidado sexual
En los mayores de 50 años la sexualidad se vive con mayor libertad, explica Pérez, porque tanto hombres como mujeres están fuera de la edad fértil. "Ellos asumen que no deben usar métodos para prevenir el embarazo y dejan de usarlos. No se consideran en riesgo y tienen sexo sin protección, y pueden adquirir éstas u otras enfermedades. Es un tema que no se habla mucho".
En los adultos de más de 75 años, las mujeres manifiestan menos deseo y cuando están viudas no reanudan su vida sexual, dice García, al menos que logren emparejarse. En los hombres eso es diferente. "Muchos reconocen que tienen sexo y en su mayoría con profesionales, y se exponen más y tienen menos conciencia de riesgo. Ellos me dicen 'doctor tengo 75 años, ¿qué importa?'".
Para Camila Mella, socióloga de la U. de Chile, otro factor que influye es que las políticas en la materia se enfocaron en los jóvenes, en temas como edad de iniciación sexual o embarazo adolescente. Pero el aumento de los años de vida en Chile, dice Mella, que hoy bordea los 80 años para hombres y mujeres, va acompañado por un alza del número de años de vida sexual activa. "Este cambio, hace hoy de los adultos mayores un grupo objetivo de las políticas públicas en salud sexual de los que, lamentablemente, se sabe muy poco o casi nada, en Chile".
Muchos ignoran los riesgos a los que se exponen, agregala socióloga, porque su generación sólo limitó su sexualidad a la reproducción. "Se enfrentan a otros factores de riesgo asociados como visitas a prostitutas, los hombres adultos mayores son los mayores consumidores de prostitución considerando, por ejemplo, que muchas veces no tienen red de amigos, familiares, ni pareja estable". A lo que se suma el uso y abuso de viagra, y que muchos desconocen qué son los métodos de barrera.