Los líderes del nuevo gobierno de Afganistán siguen sin ponerse de acuerdo sobre la formación de un nuevo gabinete, 100 días después de su toma de posesión.

El presidente Ashraf Ghani juró el cargo el 29 de septiembre de 2014 como sucesor de Hamid Karzai, quien gobierno el convulso país asiático durante 13 años.

El denominado gobierno de unidad nacional, forjado por Estados Unidos, fue el resultado de un compromiso pactado entre Ghani y su rival Abdulá Abdulá después de unas reñidas elecciones presidenciales. 

Abdulá llegó a amenazar con formar un gobierno paralelo. Sin embargo, el acuerdo alcanzado para compartir el poder le convirtió en jefe ejecutivo, un cargo de nueva formación similar al de primer ministro.

"La gente esperaba un montón de trabajo de este gobierno pero desafortunadamente ni siquiera se ha logrado un acuerdo para formar un gabinete", dijo el analista político Maulana Farid, seguidor de Abdulá.

Ghani firmó en el segundo día de su presidencia los acuerdos de seguridad largamente aplazados con Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). 

Los acuerdos, que el ex presidente Karzai se negaba a suscribir, permiten la presencia continuada en Afganistán de unos 13.000 soldados como instructores y asesores militares para las fuerzas de seguridad afganas después de que las operaciones de combate en el país fueran declaradas oficialmente por terminadas a finales de diciembre.

"Lo único que el nuevo gobierno ha hecho en estos primeros 100 días fue firmar esos acuerdos", dijo Farid.

Ghani había prometido formar en un plazo no mayor de 45 días un gabinete integrado por personas elegidas por sus méritos. El nuevo presidente tampoco ha cumplido su promesa de llevar rápidamente ante los tribunales a los responsables de haber malversado 900 millones de dólares del Kabul Bank durante la presidencia de Karzai. 

"El presidente y el jefe ejecutivo están rodeados cada uno por delegados y miembros del equipo de gobierno que todos reclaman para sí mismos puestos en el gabinete", denunció Fazlulá Wahedi, un ex funcionario de gobierno.

Los 25 ministerios y otras instituciones están siendo dirigidos por ejecutivos interinos, y muchos afganos creen que la ausencia de un gobierno responsable está creando inseguridad en un momento crítico. 

"Si la situación del gobierno sigue así, estoy seguro de que este gobierno no durará más que dos años como máximo", afirmó el diputado Kamal Naser Osuli.

"Esto anima a los grupos opositores armados a intensificar sus ataques, como ya están haciendo", dijo un funcionario de gobierno bajo la condición del anonimato.

"La gente está cansada y quiere que los dos (Ghani y Abdulá) renuncien y dejen que Karzai vuelva al poder", aseguró el funcionario.

"Desde que el nuevo gobierno asumió el poder, la gente está más preocupada por sus empleos y su seguridad", dijo el abogado Mohamad Dawoodr.

"Estábamos ilusionados con el nuevo gobierno y con la firma de los acuerdos militares con Estados Unidos y la OTAN. Sin embargo, el precio del dólar estadounidense, así como de varios productos básicos, ha aumentado drásticamente desde que se lograron esas dos cosas".

También los insurgentes talibanes han ridiculizado al nuevo gobierno afirmando que "el gabinete parece estar congelado".