A 103 años del hundimiento del Titanic: los 5 hitos que sellaron la suerte del transatlántico

A las 23.40, un vigía del barco más grande, moderno y elegante de ese momento, divisó un iceberg. Así quedó sentenciada la suerte del Titanic, que se hundiera en su primer viaje, el desastre más célebre, documentado y conocido de la historia de la marina comercial.

Hoy, el hundimiento cumple 103 años y revisamos algunos aspectos que sellaron la tragedia que le costó la vida a más de 1.500 personas, en un buque que se hacia llamar como "inhundible".

1. Media hora para el veredicto: "Se hundirá"

A las 23.40 del 14 de abril de 1912, se divisa un iceberg en la ruta del Titanic, pese a la reacción de la tripulación, la nave choca, provocando un daño insuperable para el barco. Pasaron 30 minutos para que el Titanic lanzara su primera señal de emergencia. Ese tiempo sr tardó la tripulación en determinar la gravedad del accidente.

2. Sin binoculares

En las investigaciones posteriores, se determinó que el vigía Frederick Fleet, quien divisó el iceberg a unos 500 metros, no contaba com binoculares, con los cuales podría haber detectado la emergencia con una distancia suficiente para que el barco la esquivara. Este error se debe a que los vigías extraviaron las llaves del lugar donde se guardaban estos elementos.

3. ¿Se detuvo o aplicó marcha atrás?

Uno de los aspectos en que aún no hay claridad es la primera orden del puente de mando al divisar el iceberg. William McMaster Murdoch dijo a la sala de máquinas, virar a estribor y… Aquí es donde aparece la duda: el jefe de guardia ordenó "atrás a toda", que es poner los motores marcha atrás a toda su fuerza, o solicitó "detener", que es parar los propulsores. Un dato no menor, pues si los motores fueron para atrás, esto reduce la capacidad de viraje del buque. De hecho, las dos opciones no eran la mejor reacción. Lo ideal, según los especialistas, habría sido acelerar la nave para darle más intensidad al viraje.

4. "Tranquilidad, esto es un simulacro"

Una de las situaciones más ridículas que se dieron en medio de la tragedia fueron las primeras instrucciones de la tripulación a los pasajeros: repartieron chalecos salvavidas y pese a que sabían que la suerte del barco estaba sentenciada, llamaron a los viajeros a salir  a cubierta, pero con tranquilidad, pues "era un simulacro". Con este aviso, muchos no salieron de sus camarotes en el tiempo adecuado para empezar a llenar los botes de emergencia.

5. Sólo dos botes salvavidas a su máxima capacidad

A la falencia que tenía el Titanic de no contar con botes salvavidas suficientes para evacuar  a todos sus pasajeros, se sumó que sólo dos de los 20 botes que tenía, salieron a toda su capacidad o superándola. Como ejemplo, los dos primeros que fueron soltados, fueron con 28 y 35 pasajeros de un total de 65 cupos.