El número de muertos en el incendio ocurrido la madrugada del sábado en un club nocturno de Perm, ciudad en los Urales, ascendió a 121 al fallecer varios heridos que se hallaban hospitalizados, informó hoy el Comité de Instrucción (CI) de la Fiscalía General de Rusia.

"Como consecuencia del siniestro murieron un total de 121 personas. En hospitales de Perm, Cheliábinsk, San Petersburgo y Moscú permanecen ingresadas 110 personas, algunas de ellas en estado grave", dijo a la agencia Interfax el portavoz del CI, Vladímir Markin.

Entre las nuevas víctimas mortales se encuentra Alexandr Titliánov, socio mayoritario de El Caballo Cojo, el club donde se produjo la tragedia, quien había señalado por la Fiscalía como sospechoso por su presunta responsabilidad en los hechos.

Titliánov falleció hoy en un centro médico de la capital rusa.

El pasado lunes, la Fiscalía presentó formalmente acusaciones a cuatro detenidos que se encuentran en prisión preventiva por su presunta responsabilidad en el incendio.

Tres de los detenidos fueron acusados de violación de las normas de seguridad y prevención de incendios causante por imprudencia de la muerte de dos o más personas, delito que el Código Penal de Rusia sanciona con penas de hasta siete años de prisión.

Los acusados son la gerente ejecutiva del club, Svetlana Yefremova, el director artístico Oleg Fetkúlov y Anatoli Zak, uno de los propietarios de club.

Además, Serguéi Derbénev, director de la compañía que instaló los fuegos artificiales, que según la investigación preliminar causaron el incendio, fue acusado de homicidio por imprudencia de dos o más personas, delito que se castiga hasta con cinco años de prisión.

La víspera, el Presidente ruso, Dmitri Medvédev, exigió castigar con "máxima dureza" a quienes resulten responsables del incendio.

"Está claro que los dueños (del club) y organizadores de ese espectáculo son unos canallas irresponsables. Pero también hay que esclarecer el papel de las estructuras estatales, incluidas las federales", subrayó Medvédev en una reunión con el fiscal general, Yuri Chaika.