A 20 años de la muerte de Dalí, su obra maestra llega a España

No mide más de 24 por 33 centímetros, pero es un ícono del arte del siglo XX. Pintado en 1931, La persistencia de la memoria es uno de los cuadros más populares y enigmáticos de Salvador Dalí. Se lo dijo su esposa Gala cuando lo terminó: "Quien lo vea un instante no lo podrá olvidar nunca más".
Así le pasó al Premio Nobel de Química 1977, el belga Ilya Prigogine. Creador de la teoría del caos, Prigogine admiraba la obra de Dalí y lo intrigaba especialmente la imagen de "los relojes blandos". Sabía que las ideas de Einstein habían inspirado al pintor, y quiso saber si la teoría de la relatividad tenía relación con el cuadro. "Qué va -le respondió Dalí-, me inspiré comiendo queso camembert derretido".
A 20 años de la muerte de Dalí, el 23 de enero de 1989, La persistencia de la memoria se exhibe por primera vez en España. Cedido por el Moma de Nueva York, al que pertenece desde 1934, el cuadro es expuesto por la Fundación Dalí, de Figueras. La exhibición es la estrella del aniversario, que contempla también una serie de ediciones, entre ellas El camino de Dalí, de Ignacio Gómez Liaño; El fenómeno del éxtasis, de Juan José Lahuerta; Por qué se ataca a la Gioconda, recopilación de textos del pintor, y Dalí y el cine, texto recién llegado a Chile.
ARTISTA DE LOS MEDIOS
El martes 11 de julio de 1978 el filósofo Ignacio Gómez de Liaño llegaba a la casa del pintor surrealista. "Dalí llevaba casaca verde, pantalones blancos, unas florecillas sobre la oreja derecha, bastón con empuñadura de oro (que representaba una náyade) y los ojos muy abiertos de lagarto. Parecía el monarca de una baraja de Alicia en el país de las maravillas", anotó en sus diarios, que integran El camino de Dalí, editado ahora por Siruela.
El mismo sello ha relanzado los artículos que el artista escribió, entre 1927 y 1976, para la revista francesa Oui en Por qué se ataca a la Gioconda, así como el ensayo El fenómeno del éxtasis, que narra las diferencias entre Breton y Dalí. "Un artista comprometido con los medios de masas y las películas de Hollywood no podía ser simpático para Breton", dice Juan José Lahuerta. La relación del pintor y el séptimo arte es el tema de Dalí y el cine. Publicado por Electa, el libro narra su colaboración con Disney para la cinta Destino; sus bocetos para el filme Recuerda, de Hitchcock; la relación con Andy Warhol, que lo filmó, así como sus proyectos frustrados. Sin olvidar, por cierto, la dupla con Luis Buñuel.
"A los 27 años, recién llegado a París, realicé en colaboración con Buñuel dos películas que han pasado a la historia: Un perro andaluz y La edad de oro. Después, Buñuel trabajó solo y dirigió otras dos películas, con lo que me hizo el inestimable favor de revelar al público a quién se debía el aspecto genial y a quién el aspecto primario de Un perro andaluz y de La edad de oro", contó en Mis secretos cinematográficos, artículo de 1954, recogido en Dalí y el cine.
En la misma época de Un perro andaluz, tras una cena con queso camembert, Dalí terminaba La persistencia de la memoria, exhibido en 1931 en la Galería Pierre Colle de París. El marchante Julien Levy compró el cuadro en 350 dólares y se lo llevó a EEUU, desde donde viaja por primera vez a la ciudad natal del pintor.
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