Este viernes 22 de noviembre se cumplen 45 años del lanzamiento del "Álbum Blanco" de los Beatles, uno de los discos más conocidos de la historia del rock. La placa, que marcaría el comienzo del fin para la banda de Liverpool, fue grabada entre el 30 de mayo y el 14 de octubre de 1968 en medio de tensiones, constantes peleas internas, discusiones por la poca participación de George Harrison y la creciente importancia de Yoko Ono en la agrupación, invitada por un cada vez más rebelde John Lennon.
Y con motivo de la celebración de los 45 años desde su salida al mercado, el artista conceptual y coleccionista Rutherford Chang decidió utilizar una parte de su particular antología de discos para rendirle tributo, entregando el registro de una enorme masa sonora compuesta por 100 discos de vinilo reproduciendo el álbum al mismo tiempo.
El artista, quien se dedica a coleccionar distintas versiones del mismo disco a través del mundo, ya posee 902 placas casi idénticas, salvo por un detalle: Cada uno de sus propietarios se ha preocupado por personalizar lo más posible la portada del álbum, escribiendo poesías, dibujos, pegando fotos y nombres garabateados, entre otros.
En la grabación, podremos escuchar la cara 1 completa del disco. Y aunque el registro es exactamente el mismo, hay muchos detalles como rasguños, fallas típicas del desgaste por el uso, ruido de la sucidad incrustada (conocido como las papas fritas), y es posible detectar las pequeñas fluctuaciones provenientes de los tocadiscos análogos, que a partir de "Dear Prudence" van quedando desincronizados hasta para llegar al a un lamento casi inentendible, al mismo tiempo que se suena "While my Guitar Gently Weeps", de George Harrison. Aún así un lujo, para quienes gustan del clásico formato.
FUENTE: Wired