La Defensa Civil brasileña entregó hoy el boletín de la situación generada por las lluvias que castigan desde la semana pasada a Río de Janeiro. Ya van 633 personas muertas. Ayer hubo tres personas fallecidas en Brejal, ciudad de Petrópolis, y nuevos deslizamientos que bloquearon algunas carreteras y dificultaron las tareas de búsqueda, que prosiguieron durante la madrugada en Teresópolis y Nueva Friburgo.
Hoy se inicia la sexta jornada de rescate. Los equipos de socorro han encontrado hasta el momento 287 cadáveres en Nueva Friburgo, 271 en Teresópolis, 56 en Petrópolis y 19 en Sumidouro.
Pese a que la Defensa Civil carece de cifras fiables sobre el número de desaparecidos, los puntos de denuncia instalados por los diferentes municipios disponen de una lista de 133 personas que aún son buscadas por sus familiares.
En tanto, al menos 6.050 personas perdieron sus viviendas y otras 7.780 tuvieron que abandonarlas temporalmente y refugiarse en gimnasios y escuelas públicas debido a que están ubicadas en áreas de riesgo.
Las Fuerzas Armadas, que montaron una base aérea de operaciones en la Granja Comary, el campo de entrenamientos de la selección brasileña de fútbol en Teresópolis. Desde esta base operan seis helicópteros militares utilizados para rescatar personas en áreas aún aisladas.
Pese a que en la mañana de este lunes no había registro de lluvias en la región, los meteorólogos prevén que las precipitaciones en la región serrana de Río de Janeiro proseguirán por lo menos hasta el próximo jueves.
El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, declaró ayer el estado de calamidad pública en los siete municipios más afectados en un paso para facilitar la reconstrucción de esas ciudades.