Tras dos años de la muerte del líder bolivariano Hugo Chávez, Venezuela vive radicales cambios en un ambiente de alta tensión política y agudos problemas económicos provocando el descontento del pueblo que acusa al presidente Nicolás Maduro de malgastar el legado del jefe del chavismo.

Chávez murió el 5 de marzo de 2013, después de una larga lucha contra el cáncer en La Habana, justo cuando debía asumir nuevamente su cargo en la presidencia tras haber ganado su tercera reelección en los comicios del 7 de octubre de 2012, con el 54,42% de los votos sobre el opositor Henrique Capriles.

La abundancia petrolera fue uno de los puntos a favor que tuvo el líder bolivariano en su gobierno. Sin embrago, su actual sucesor en la presidencia, Nicolás Maduro, vive la peor crisis económica a raíz del declive del precio del crudo, sumado a la alta inflación y el creciente desabastecimiento de los supermercados. 

"Nunca el presidente Maduro fue equivalente en términos de conexión a lo que era Chávez, ni siquiera en el momento que arranca su gobierno", indicó a Efe el director de la firma Datanálisis, Luis Vicente León.

El 2012, último año de gobierno de Chávez, Venezuela concluyó un ejercicio económico con una inflación anualizada del 20,1% y la escasez por encima del 11%.

Estos números se han casi triplicado bajo la gestión de su heredero durante sus dos años de gestión luego de cerrar el 2014 técnicamente en recesión, con una inflación del 68,5% y la escasez por encima del 29%. Esto se ha intensificado por la caída de los precios del petróleo -que en 2013 alcanzó un promedio cercano del barril de US$100 y actualmente se cotiza en US$48,82. Esto sin duda ha minado la popularidad del actual presidente.

Maduro ganó las elecciones de abril de 2013 por mínimo margen a Capriles y desde entonces ha enfrentado una serie de dificultades, incluyendo las protestas contra su gobierno que estallaron entre febrero y mayo de 2014 y que dejaron 43 muertos y cientos de heridos.

Según una encuesta de la empresa Datanalisis, realizada entre finales de enero y principios de febrero de 2015, sólo un 27,3% de los venezolanos evaluaba positivamente la gestión de Maduro y un 51,3% de quienes decían apoyarle consideraba negativa la situación del país. 

Aún así, muchos chavistas evitan criticar al nuevo presidente.

"(Maduro) lo está intentando, ha sido duro, no ha sido fácil. Su figura no puede suplantar a la de Chávez, pero está poniendo todo su empeño, está haciendo todo lo posible para que exista la paz", comenta Milagros Jiménez, una educadora universitaria de 60 años.

En febrero pasado Maduro denunció un supuesto intento de golpe de parte de un grupo de oficiales de la Fuerza Aérea, que contaban con el apoyo de Estados Unidos, con lo cual se agravó la crisis política que vive el país, y que ha originado la detención de líderes de la oposición, como las de Leopoldo López -que en febrero pasado cumplió un año tras las rejas- y de Antonio Ledezma, quien fuera encarcelado hace dos semanas.