Familiares de las víctimas del avión Air France que en 2009 cayó a las aguas del Atlántico rindieron hoy en parís un homenaje a los fallecidos.
El acto, que tuvo lugar en el cementerio parisiense de Père Lachaise, contó con la asistencia de los principales directivos de la aerolínea Air France, propietaria de la aeronave y de dos centenares de cercanos de las víctimas.
Un sacerdote católico, un pastor protestante y un imán musulmán oficiaron un acto religioso cargado de emoción contenida. El presidente de Air France, Pierre-Henri Gourgeon, tomó la palabra para recordar a los fallecidos y prometer a sus familiares que seguirán trabajando para conocer los motivos del accidente.
La aerolínea ha corrido con buena parte de los gastos de las campañas que permitieron, a principios de abril pasado, encontrar los restos del avión a 3.900 metros de profundidad en el Atlántico. Gracias a ese hallazgo se pudieron encontrar las cajas negras, con las que los investigadores esperan poder conocer los motivos del accidente, hasta ahora no aclarado.
El vuelo se estrelló horas después de su despegue de Río de Janeiro con 228 personas a bordo, de las cuales ninguna sobrevivió. La Oficina de Investigación y Análisis (BEA), encargada de las pesquisas, tiene previsto emitir un informe sobre las causas del siniestro este verano. En paralelo, continúan recuperándose los cadáveres que quedaron atrapados en el avión, que posteriormente serán identificados.