La defensa del patrón de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, en el juicio que el británico enfrenta respecto de un posible soborno a un ejecutivo bancario, tuvo que hacer frente a un giro en las declaraciones del principal testigo de la acusación, Gerhard Gribkowsky, que reconoció un intento de soborno de 80 millones de dólares.

En el segundo día de interrogatorio al ex directivo del banco semipúblico germano BayernLB en el tribunal de Munich, Gribkowsky elevó la acusación contra Ecclestone, e informó al tribunal que el magnate británico lo intentó sobornar en un encuentro en Singapur, donde le ofreció 80 millones de dólares.

La cifra fue dada a conocer por primera vez por el ex banquero el pasado viernes, lo que provocó que el proceso fuera aplazado. Al retomarse el interrogatorio hoy, Gribkowsky relató al tribunal que Ecclestone le dio a entender entonces que Singapur era el último sitio que quedaba para esconder dinero.

"Lo que entendí fue que Ecclestone conocía allí a mucha gente. Entre ellos, jefes superiores de policía", declaró. Sin embargo, decidió rechazar la oferta en ese momento. "Todo me parecía demasiado dudoso".

Posteriormente, el alemán recibió un total de 44 millones de dólares del británico, que según las declaraciones del acusado se debió a un chantaje del banquero que lo había amenazado con denunciarlo al fisco británico.

Gribkowsky decidió tomar el dinero y acabó siendo condenado, en 2012, a ocho años y medio por corrupción y evasión fiscal. "Al final tomé la zanahoria", reconoció.

Ecclestone está acusado de haber pagado 44 millones de dólares a Gribkowsky, para conseguir la venta de los derechos de transmisión de la Fórmula 1, hasta entonces en posesión del banco semipúblico germano BayernLB, a un fondo de inversores que le garantizaba preservar el control sobre la categoría. Si es declarado culpable, podría ser condenado a diez años de cárcel.