A Federer se le abre el apetito y vuelve a pensar en ser número uno tras ganar en Shangái
El tenista suizo se ilusiona con retomar el primer lugar de la ATP. Eso sí, todo depende "de la raqueta de Novak", aseguró.
El tenista suizo Roger Federer, que hoy ganó su primer Másters 1000 de Shanghái, volverá desde hoy a plantearse como posible objetivo regresar al número uno del mundo, a sus 33 años.
Después de ganar la final del torneo chino al francés Gilles Simon y de eliminar el sábado en semifinales al actual mejor tenista del planeta, el serbio Novak Djokovic por un doble 6-4 y 6-4, el suizo empieza a pensar en esa meta "tal vez un poquito ahora, pero no antes". dijo hoy.
"No era mi objetivo hasta ahora, porque estaba demasiado lejos", admitió, "pero es cierto, que si por ejemplo logro de pronto ganar la Copa Másters en Londres, es diferente".
"En todo caso, ahora voy a volver a Suiza, y ahí veré cuáles son mis prioridades en este momento, si la plaza del número, o París, el Másters... Hay que elegir, y después tal vez ver cuánta energía queda al final", añadió.
"En cualquier caso hace ilusión subir en la clasificación, y después veremos si todavía tengo ocasión de convertirme en número uno mundial, lo que dependerá de Novak, sea como sea, ya que es él el que va delante con sus puntos", indicó.
Lo que sí aclaró es que no piensa cambiar su calendario para el resto de la temporada aunque incluya el número uno entre sus metas.
Después de todo, afirmó, "¿qué hace falta para ser número uno? No estoy seguro del todo. Tengo que pensarlo, hasta qué punto es realista o no. Quiero decir que, después de todo, está en la raqueta de Novak, él manda. En cualquier caso, voy a seguir jugando de todas formas, y espero seguir haciéndolo bien".
Federer elogió también a su rival de hoy, ya que el partido fue "difícil" de superar con éxito.
"El empezó un poco lento, pero creo que desde el principio Gilles pudo dirigir un poco los puntos desde el final de la pista, y me ha hecho falta de un poco de tiempo para comprender cómo me hacía falta jugar", explicó.
"Ya me había hecho una buena idea al principio, pero después, no se sabe hasta el mismo momento hasta qué punto puedes jugar más o menos agresivo", indicó.
Con todo, el tenista de Basilea dijo estar "satisfecho" con su rendimiento, ya que hizo un "buen partido" y pudo ajustarse y hacer algunos cambios para mejorar su juego ante Simon, y "ha funcionado: he ganado mi primer título aquí en Shanghái, y tocar un nuevo trofeo de verdad que me ha hecho mucha ilusión".
En efecto, preguntado por la prensa china, Federer describió con acierto que la futurista copa que pusieron en sus manos es un trofeo "distinto", que imita la forma del Estadio del Bosque Qizhong de Shanghái, con sus características hojas mecánicas que forman el techo plegable del recinto, cerrado hoy por alerta meteorológica.
Las gigantescas hojas del estadio, como las almenas del trofeo que Federer se lleva a Suiza, imitan las hojas de la magnolia, la flor simbólica de Shanghái, según la costumbre habitual en Asia oriental de que las grandes ciudades tengan una flor emblemática.
En cualquier caso, fue la tercera vez que Federer levanta un trofeo en esa misma pista, ya que allí se llevó la Copa Másters en 2006 y 2007, y aquello fue algo "inmenso" para él, según dijo hoy.
"Cuando volví con el Másters 100, me alegré por el torneo, y por los aficionados en China, los de Shanghái en particular, porque sentí que se merecían un gran evento al que viniera todo el mundo todos los años", por lo que ahora "siento un honor increíble de haber ganado este torneo".
"Sobre todo poner mis manos en el trofeo por primera vez es una gran sensación, tengo que decirlo", concluyó: "estoy muy contento con la manera en que estoy jugando, y en general, estoy extremadamente feliz ahora mismo".
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