Continúa la resaca de la fiesta de CR7. El portugués, que en la semana cumplió 30 años, disfrutó ayer de la celebración, a la que concurrieron unas 150 personas. Dentro de los invitados, destacan jugadores de la plantilla merengue, que horas antes habían sufrido una goleada por 4-0 a manos del Atlético de Madrid, en el clásico de la ciudad.

El festejo no cayó bien ni en aficionados ni en directivos. Primero fueron los fanáticos merengues quienes, principalmente a través de Twitter, exigieron explicaciones a los miembros del plantel que asistieron, como Pepe, James Rodríguez o Luka Modric.

Pero ante el silencio que aún mantienen los pupilos de Carlo Ancelotti, fue la dirección técnica del Real Madrid quien ahora se sumó a las quejas. Para la directiva, lo que más molesta no es la celebración en sí, sino que la difusión de fotos y videos donde se puede ver a los jugadores de fiesta, sólo horas después de la dolorosa caída ante uno de sus clásicos rivales.

Aunque la música ya se apagó, la juerga de Cristiano Ronaldo sigue haciendo ruido en Madrid.