Tras una larga lucha, la ex Presidenta de Filipinas, Corazón Aquino, no pudo vencer el cáncer de colon que la aquejaba y hoy (03.18 horas del sábado en Filipinas) dejó de existir a los 76 años, según informaron sus familiares.
Cory, como era llamada por sus adherentes, no sólo pasará a la historia como una de las primeras mujeres en lograr la Presidencia (1986 - 1992) de un país asiático, sino por ser la encargada de transformar a Filipinas tras el régimen de Ferdinand Marcos.
Aquino se encontraba internada en el centro médico Makati, en Manila, desde fines de junio después de que su salud se deteriora y el cáncer se extendiera a otras partes de su cuerpo.
"Nuestra madre murió pacíficamente a las 3:18 del 1 de agosto de 2009 debido a un paro cardiorrespiratorio", dijo el senador Benigno "Noynoy" Aquino III.
"Ella hubiera querido que le agradeciéramos a cada uno de ustedes por todas las oraciones y su continuo amor y apoyo", agregó. "Su deseo para todos nosotros era que rezáramos los unos para los otros y para nuestro país".
Hija de una de las familias más poderosas del archipiélago, fue educada en importantes colegios de Estados Unidos y regresó a Filipinas para completar sus estudios de Derecho.
En 1954 se casó con Benigno Servillano "Ninoy" Aquino, quien llegaría a ser uno de los senadores más populares del Partido Liberal de Filipinas. Tuvieron cinco hijos y Corazón se encargó de su educación hasta que llegaron a la adolescencia.
En 1980 Benigno, férreo opositor de Ferdinand Marcos, fue enjuiciado y condenado a muerte, pena que fue conmutada por el exilio. La familia viajó a EEUU donde el parlamentario dictó cátedras en Harvard hasta 1983, cuando decidió regresar a Filipinas. El 21 de agosto, cuando descendía del avión que lo llevó de regreso al archipiélago, Benigno fue acribillado por agentes leales al gobierno.
Tras enviudar, Aquino asumió el liderazgo de la revolución pacífica contra el régimen de Marcos, lo que le valió una candidatura al Premio Nobel de la Paz.
En 1986, poco después de que Marcos anunciara su candidatura para las elecciones presidenciales, Aquino fue presentada oficialmente como la abanderada de la oposición.
Ambos candidatos se declararon vencedores, pero el levantamiento popular a raiz de las acusaciones de fraude electoral, terminó forzando a Marcos a huir del país.
Tras su llegada al poder, se ocupó de restablecer los organismos democráticos y a preparar una nueva constitución. Pese a la alta popularidad de su mandato, Aquino enfrentó varios intentos de golpe de Estado encabezados por fuerzas militares y por militantes comunistas.
En 1992, tras el fin de su gobierno, Aquino se retiró de la vida pública. Recién 11 años después, en enero de 2001, volvería a jugar un rol preponderante en la política filipina cuando apoyó una revuelta popular que derrocó al Presidente filipino Joseph Estrada y llevó al poder a la actual Mandataria Gloria Macapagal-Arroyo.