Tres años después de su fuga de un escondite subterráneo en Austria, donde estaba secuestrada, la joven Natascha Kampusch habló de lo difícil que es vivir en libertad con ese antecedente.

"Me dan ataques de miedo. Me convertí en un cangrejo ermitaño", dijo en una entrevista con medios alemanes en Viena.

Natascha Kampusch, que fue secuestrada en 1998 cuando tenía diez años y desde entonces estuvo oculta en un sótano, dijo que no tiene amigos. En 2006, la joven hoy de 21 años logró huir y su secuestrador se quitó la vida.

Kampusch se quejó: "Constantemente me tengo que defender porque soy como soy".

Sobre su secuestrador, se limitó a comentar crípticamente: "Quería que yo fuera aún mejor. Por eso, ella aún tenía que ser yo, esa persona que él reprime, humilla, tortura y golpea". La información no fue explicada en más detalle.

Tras su huida, todo el mundo quiso lo mejor para ella y casi no era posible tomar decisiones propias, aseguró. Actualmente, Kampusch está tomando clases particulares para terminar sus estudios secundarios.

Desde su fuga, continúa el debate sobre posibles cómplices y errores policiales en el caso. El ministerio del Interior creó en 2008 una comisión de evaluación. El presidente de esa comisión, el ex titular de la corte constitucional Ludwig Adamovich, también acusó a la misma secuestrada: "Con toda probabilidad, Natascha Kampusch no dice todo lo que sabe".