El presidente palestino, Mahmoud Abbas, acusó hoy a Israel de arrastrar a la región a una "guerra religiosa" y arremetió contra el movimiento islamistas Hamas por los ataques de la semana pasada en Gaza contra una docena de dirigentes de Al Fatah.

En un discurso público con motivo del décimo aniversario de la muerte del histórico dirigente palestino, Yasser Arafat, su sucesor instó a Israel a frenar cualquier comportamiento provocador.

Refiriéndose a los últimos enfrentamientos en Jerusalén este y en la Explanada de las mezquitas -para los judíos, el Monte del Templo-, el líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) aseguró que los palestinos "defenderán Al Aqsa y las iglesias de los colonos y el extremismo". 

A su entender, la violencia de los últimos meses la han originado las demandas de ultranacionalistas judíos de rezar en la explanada, donde se encuentra el tercer lugar más sagrado para el islam.

También aseguró en el acto que los palestinos acudirán próximamente al Consejo de Seguridad de la ONU para poner fin a la ocupación en el plazo de tres años.

Y reveló que si no es aprobada, lo cual puede ocurrir si EEUU ejerce su derecho de veto, el Estado de Palestina pedirá la integración en tratados y organizaciones internacionales, empezando por el "Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional".

En un plano más interno, el dirigente palestino arremetió contra el movimiento Hamas y le acusó de la cadena de explosiones junto a coches y viviendas de una docena de dirigentes de su partido, Al Fatah, en Gaza. 

"Los líderes de Hamas son responsables de estas criminales explosiones (...) Los comentarios de Hamas contra nosotros son similares a los de la ocupación (Israel)", dijo Abás en un acto en el que participaron miles de palestinos.

La ceremonia se celebró en el recinto de la mukata, junto al mausoleo que alberga los restos de Arafat, muerto en 2004 en un hospital de París.