El abogado de la ex mujer de Michael Jackson, Debbie Rowe, desmintió hoy que la madre de los dos hijos mayores del cantante hubiese decidido luchar por la custodia de los niños, según dijo en una conferencia de prensa.
Eric George, que representa los intereses legales de Rowe, explicó que las declaraciones en las que su cliente mostraba su interés en tener a sus hijos fueron sacadas de contexto y que aún no había una postura oficial.
"Quiero a mis hijos", dijo Rowe en una entrevista hecha pública hoy por la cadena de televisión NBC, a la que aseguró que se someterá a las pruebas médicas necesarias para demostrar que es la madre biológica de Prince Michael, de 12 años, y su hermana Paris Michael Katherine, de 11 años.
"Debbie Rowe no ha tomado una decisión final respecto a los procedimientos de la custodia", indicó George, quien se mostró prudente a la hora de hacer más valoraciones, al ser el asunto "más privado y sensible" que tiene que ver con el legado de Jackson.
Rowe, a la que el cantante dejó explícitamente fuera de su testamento, señaló al canal de televisión que, además, de la tutela legal de Prince y Paris solicitará una orden de alejamiento contra Joe Jackson, el padre del artista y abuelo de los niños.
La ex mujer de Jackson afirmó igualmente estar preocupada por la consecuencia que podría tener la separación de los menores de su hermano pequeño, Prince Michael II, de 7 años, que fue gestado por una madre de alquiler de identidad desconocida.
Actualmente, los niños se encuentran bajo la custodia temporal de su abuela, Katherine Jackson, a la espera de una vista oral que tendrá lugar el 6 de julio, en la que se dirimirá el futuro de los hijos del cantante y el traspaso de la gestión de sus bienes, según figura en su testamento.
El pasado lunes, Katherine pidió en la Corte Superior del condado de Los Ángeles hacerse cargo legalmente de los niños que "no tienen relación con sus madres biológicas" y que mantienen" una larga y afianzada relación" con su abuela, según se recogió en esa demanda.
No obstante, Rowe terminó por reclamar la tutela de los niños en un proceso judicial que acabó por darle la razón en 2006, si bien finalmente un arreglo extrajudicial devolvió a Michael la potestad sobre sus hijos, de los que ahora se cuestiona que sean biológicamente del cantante.