El 17 de abril, los principales accionistas de SQM firmaron la paz para controlar la compañía y así quitar presión a una de las demandas de la Corfo para negociar un acuerdo por la explotación del Salar de Atacama: que Julio Ponce no haga y deshaga al interior de la firma. Quince días después, el 2 de mayo, a las 15 horas, el abogado que negoció por los canadienses, José María Eyzaguirre Baeza, llegó a las oficinas de la Corfo a reunirse con Eduardo Bitran.
Aunque el objetivo era conocer, por parte de un accionista relevante de SQM, la posición de Corfo, Eyzaguirre le planteó que era una compañía nueva que, gracias al pacto, era controlada por todos los accionistas, al menos durante tres años, y donde Julio Ponce ya no tiene el control, porque ahora todas las decisiones deben ser tomadas por cinco de los ocho directores, sin el voto dirimente del presidente. El mensaje de Eyzaguirre, quien no fue como representante de SQM, era que la nueva realidad de la compañía podría derivar en una relación distinta con Corfo.
La reunión, que se había solicitado con varias semanas de antelación y que se extendió por una hora, también sirvió para que Eyzaguirre le hiciera ver a Bitran "las señales" que estaba mandando la compañía con miras a llegar a un acuerdo. Incluso, tras dos años del comienzo del arbitraje, algunos hablan de un acercamiento.
El abogado habría reiterado la disposición que ha mostrado SQM de lograr un acuerdo para extender el contrato en las mismas condiciones que firmó a principios de año con Albemarle (Rockwood) y que incluye mayor pago de royalty, beneficios sociales y ambientales y la venta de una parte de la producción a precio preferente para elaborar productos con valor agregado.
Aunque el acuerdo era público y fue informado por hecho esencial a la SVS, la estrategia de los canadienses era que Bitran conociera de primera mano el detalle del acuerdo, y como un gesto para mejorar las relaciones con Corfo. De hecho, el emisario, Eyzaguirre, no fue escogido al azar. Fue él, como director de SQM en 2015, el principal impulso de la salida inmediata y sin indemnización de Patricio Contesse González cuando estalló el caso boletas.
Bitran públicamente ha dicho sobre el pacto Calichera-Potash que no lo convence, porque "es transitorio" al durar tres años. Lo mismo le habría manifestado a Eyzaguirre, según personas al tanto de la reunión.