Para muchos la bancarrota del banco Lehman Brothers fue una catástrofe, pero para otros no: los encargados de llevar adelante la insolvencia llevan cobrados US$1.000 millones desde que comenzó el proceso hace dos años.
En septiembre, Lehman Brothers Holdings Inc. pagó a sus abogados y administradores US$51,8 millones, lo que elevó a los US$1.000 millones el total, según la documentación judicial que presentan mensualmente los responsables de vender lo que queda del banco.
En total, salarios y tasas suman US$1.013.116.000. Más de la mitad del dinero se lo llevaron los dos grandes bufetes de abogados Alvarez & Marsal y Weil Gotshal & Manges, que se ocupan de clasificar los derechos de los acreedores y de cobrar el dinero que se pueda recuperar.
Lehman Brothers cerró el 15 de septiembre de 2008 después de 158 años, dejando a decenas de miles de damnificados y seriamente dañada la confianza en la comunidad financiera. Ninguna entidad podía estar segura de que sus socios seguirían en pie al día siguiente y el mercado se paralizó. Así comenzó lo peor de la crisis financiera.
Entretanto, los negocios vuelven a estar en marcha, también para Lehman Brothers, que posee aún importantes bienes. Los abogados cobran US$1.000 la hora por su administración, por intentar, entre otras cosas, recuperar el dinero que Lehman puso en su día en proyectos inmobiliarios.
Al final, las víctimas de la bancarrota no recuperarán, sin embargo, mucho de lo perdido. Por cada dólar se calcula que recibirán unos 20 centavos.
Los administradores esperan recaudar US$57.500 millones para devolver a los acreedores. Para ello se subastaron hace poco en Nueva York y Londres una serie de artículos de arte que decoraban las oficinas del banco.