El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, abogó este miércoles en Atenas por una unidad nacional para afrontar la crisis económica que tiene al país al borde de la quiebra.
Tras una reunión con el presidente del país Carolos Papulias, Papandréu declaró que "la situación es difícil y para alcanzar las metas económicas es necesario un entendimiento entre las fuerzas políticas".
Pese a que en sus entrevistas ayer con los líderes de partidos parlamentarios encontró las puertas cerradas, el jefe del Gobierno griego declaró, al inicio de la reunión con Papulias, que "hay terreno común para propuestas constructivas".
"Me mantengo abierto a cada buena idea o propuesta que sea productiva de parte de los partidos o de cualquier organismo del país, con la condición de que sirvan para cumplir las difíciles metas" de Grecia, declaró.
Pero Papulias resaltó la necesidad "de proteger a las capas de bajos ingresos y a los jubilados, que han dado ya todo lo que podían dar".
El presidente de la Cámara de Industriales de Grecia, Dimitris Daskalópulos, propuso un referendo para que la población opte entre las medidas de austeridad o "salir de la Unión Europea y quedarnos sin sus millones de ayudas".
Papandréu alertó de que si no se encuentran pronto soluciones para reducir el déficit, que cerró en el 10,5 % del producto interior bruto en 2010, y la deuda, que alcanza ya el 153 % del mismo, Grecia quedará "afuera de los acontecimientos europeos".
"Hemos demostrado que Grecia puede superar sus problemas y estamos decididos y es una garantía para el pueblo de nuestra intención de mantenernos en el núcleo de la Unión Europea", dijo el primer ministro, y se mostró confiado en que se logrará "el mayor consenso posible del partido, de los partidos y del pueblo heleno".
"Si no implementamos esas medidas, la amenaza de la quiebra volverá a caer sobre el país", añadió.
En tanto, el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papacosntantínu, declaró que en el primer año de ajuste fiscal y reformas, los funcionarios públicos han perdido un 15 % de sus ingresos, mientras que los jubilados vieron reducir sus entradas en un 10%.
Además, se suprimieron 29.500 contratos temporales y en total 82.900 funcionarios públicos (un 10% del total) se retiraron en 2010.
"La opción hoy es muy clara", dijo Papandréu, "o libramos la batalla hasta el fin para que Grecia continúe recibiendo ayuda externa o tiramos las armas y pasamos a la historia como los que llevamos al país al precipicio".
"Hemos hecho el principio y continuaremos así, aunque sea difícil", añadió.