Un médico especialista, a través de un examen y un informe, deberá certificar los casos de inviabilidad fetal que se diagnostiquen. Solo esta confirmación permitirá activar la segunda de las tres causales incluidas en el proyecto de ley que despenaliza la interrupción del embarazo y que considera, además, los casos de riesgo materno y violación.
Así quedó estipulado en el texto que aprobó la Comisión de Salud del Senado y que ahora debe ser revisado por la instancia de Constitución, con miras a que sea despachado como ley durante el mes de julio.
La norma describe que para diagnosticar una "alteración estructural congénita o genética de carácter letal", que haga efectiva la segunda causal y para proceder a la realización de un aborto, "deberá ratificarse el diagnóstico por el(la) médico(a) que cuente con las habilidades específicas requeridas. Todo diagnóstico y ratificación deberá constar por escrito y realizarse en forma previa".
Sin embargo, la indicación generó un debate en torno a la disponibilidad de profesionales idóneos para entregar esta certificación. Ello, pues, según el registro de prestadores individuales de la Superintendencia de Salud, sólo 51 médicos en todo el país cuentan con los estudios requeridos, es decir, médicos ginecoobstetras con la especialidad materno-fetal.
No es todo. Este total está distribuido en solo cuatro regiones: el 84% de los facultativos (43) trabaja en Santiago, mientras que el resto labora en las regiones de Biobío (2), Maule (2) y Los Ríos (1). A ellos se suman otros tres médicos recientemente inscritos, pero que no han sido incorporados a la red de salud.
La situación es más compleja al analizar la ubicación de los médicos según el sistema en que se desempeñan. Esto, porque, según la ministra de Salud, Carmen Castillo, en la red pública trabaja apenas un tercio de los médicos que cuentan con esa especialidad. Con todo, Castillo añadió que para cumplir con la ratificación del diagnóstico, estos profesionales "estarían adosados a una de las seis macrozonas de Chile, para poder dar su informe técnico sobre inviabilidad fetal, que tiene que ser muy preciso y detallado para que la mujer tome la mejor decisión".
Según el Ministerio de Salud, actualmente son 16 los médicos activos en los hospitales, 10 de ellos en centros de Santiago y el resto en El Maule (2) Biobío (2) y La Araucanía (2).
La ratificación del diagnóstico, en tanto, solo se prescindirá ante urgencias y cuando la mujer "requiera una intervención médica inmediata e impostergable"
Expertos
La Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología (Sochog) coincide en el análisis de la centralización de los especialistas capacitados para ratificar la inviabilidad fetal. "Hay una clara y rotunda concentración de estos médicos en la Región Metropolitana. Esto no significa que no hay en el resto de Chile, sino que hay pocos en el norte y en el sur", explicó el presidente de la sociedad, Omar Nazzal. El médico agregó que si bien la cantidad de especialistas en el sector público parece "insuficiente", no es un número "exorbitante" si se considera que los casos de malformaciones fetales severas son cerca de 500 al año. "Habría que ordenar a estos especialistas. Una alternativa sería hacer trabajo en red y trasladar a las pacientes a los lugares donde éstos puedan hacer el diagnóstico o, también, el Ministerio de Salud podría hacer convenios con el sistema privado para estos efectos", opinó Nazzal.
Para el presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, la concentración de especialistas de la red pública en solo cuatro regiones del sur del país es "un hecho preocupante para dar cumplimiento a la ley". Asimismo, recalcó que "no es fácil redestinar a los médicos desde un servicio de salud a otro, por lo que se debe implementar un sistema eficiente de derivación de los casos".
Comisión
El proyecto de aborto cuenta con suma urgencia, por lo que la eventual falta de especialistas se discutirá la próxima semana en la Comisión de Constitución del Senado.
Según el senador Pedro Araya, el Minsal "se comprometió a que habrá refuerzos en las regiones donde no hay médicos expertos".
El senador Hernán Larraín (UDI), en tanto, afirmó que la iniciativa es "un muy mal proyecto, porque mantiene inalteradas las tres causales (...). Creemos que es un error y esperamos asegurar el acompañamiento de la madre".