Un juicio por corrupción contra el ex presidente francés Jacques Chirac se abrió hoy en el Tribunal Correccional de París en medio de una gran expectación mediática y con la amenaza de un aplazamiento.
Aunque Chirac no debía comparecer ante los jueces hasta mañana, la apertura del juicio puede marcar un retraso del mismo, si los magistrados aceptan la petición de los abogados de uno de los acusados de estudiar la prescripción de los delitos imputados.
El ex presidente comparece por un delito de contratación, entre octubre de 1992 y mayor de 1995, de 21 empleados por el Ayuntamiento de París, cuando era alcalde de la capital que, según la acusación, trabajaban realmente para el partido que también encabezaba, el Reagrupamiento Por la República (RPR).
A sus 78 años, Chirac se convertirá en el primer presidente galo que comparece ante los tribunales por un delito de abuso de confianza, toma ilegal de beneficios y desvío de fondos públicos, delito este último penado con hasta diez años de cárcel y 150.000 euros de multa.
La acusación ha tenido que esperar tanto tiempo para ver a Chirac sentado en el banquillo porque estuvo amparado por la inmunidad presidencial durante los doce años que permaneció en el Elíseo, entre 1995 y 2007.
La instrucción se abrió a finales de 1998 y el 30 de octubre de 2009 los jueces decidieron inculpar a Chirac junto con ocho de sus colaboradores en la Alcaldía.
Entre ellos el que fuera su director de gabinete Rémy Chardon, cuyo abogado tiene previsto pedir a los jueces hoy que estudien la prescripción de los delitos, lo que puede retrasar el inicio del juicio medio año.
El abogado solicitará que los magistrados pregunten al Tribunal de Casación si un delito no prescribe a los tres años de ser cometido.
La máxima instancia judicial francesa tiene tres meses para decidir si eleva la cuestión de constitucionalidad ante el Consejo Constitucional, que dispone de un periodo similar para tomar una decisión.
En cualquier caso, los problemas judiciales del ex presidente no se quedan ahí, puesto que otro juicio por unos hechos similares está abierto en el Tribunal de Nanterre, a las afueras de París, y sigue su propia dinámica.
En ese caso se trata de una denuncia por siete empleos ficticios.
Chirac cuenta en ambas acusaciones con el apoyo de la Fiscalía, que en los dos procesos ha anunciado que solicitará la absolución del ex presidente.