Los colegios electorales de Bulgaria abrieron hoy sus puertas a las 7.00 horas (00.00 en Chile) para los comicios legislativos anticipados a los que están convocados 6,8 millones de votantes.
Hasta el cierre de las urnas los ciudadanos con derecho de voto podrán elegir entre los 45 partidos y coaliciones que se presentan a los comicios, aunque sólo cuatro formaciones entrarán en el Parlamento, según las encuestas.
Parten como favoritos los conservadores de Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), que dimitieron el pasado febrero por las protestas populares, ya que cuentan con una pequeña ventaja de entre el 0,5 y 3 por ciento frente al Partido Socialista.
Otros dos partidos que superarían el umbral mínimo del 4 por ciento para entrar en el Parlamento de 240 escaños son el de la minoría turca, DPS, y el ultranacionalista Ataka.
En cualquier caso, ninguno de los dos grandes partidos contaría con una mayoría suficiente para gobernar en solitario, lo que obligaría a buscar una coalición, una tarea difícil debido a las diferencias entre todas las fuerzas políticas.
Las elecciones se celebran tras la dimisión en febrero del Ejecutivo conservador del populista Boiko Borisov, tras días de protestas callejeras que revelaron el malestar por el bajo nivel de vida y la decepción con una clase política que ha perdido el crédito entre grandes capas de la población.
La desilusión por la promesa rota de que la entrada en la Unión Europea (UE) mejoraría el nivel de vida amenaza con traducirse en una baja participación de entre el 52 y el 56 por ciento, según las encuestas.
En el país más pobre de la UE, el 22 % de sus 7,3 millones de habitantes vive con el salario mínimo de 155 euros, mientras que casi la mitad de la población -un 49 %- corre el riesgo de caer en la pobreza, según los últimos datos de Eurostat.
Por temor a posibles irregularidades, cinco partidos han encargado al Instituto austríaco de Investigaciones Sociales (SORA) un recuento paralelo de los votos.
Será el primer escrutinio paralelo desde 1990, cuando tuvieron lugar las primeras elecciones democráticas en el país balcánico después de la caída del comunismo.
Los temores al fraude se reforzaron durante la jornada de reflexión, cuando la policía búlgara anunció que se incautó de 350.000 papeletas electorales fraudulentas en un almacén propiedad de un concejal de la formación conservadora GERB.
El resto de las formaciones ha acusado a los conservadores de tratar de amañar las elecciones, algo que el GERB ha rechazado.
La Fiscalía aseguró que ha comenzado una investigación cuyo resultado hará público tras los comicios.
En la votación de hoy participará también un número inédito de observadores electorales: al menos 275 de organismos internacionales y 11.878 nacionales.
Más de 14.000 agentes de policía velarán por el orden público hasta el final de la jornada, en la que está prohibida, además de los mensajes políticos, la venta de bebidas alcohólicas.