Parque Peumayén se llama. Es una nueva iniciativa turística que se encuentra a 65 kilómetros de Río Bueno, en el sector cordillerano de Rucatayo Alto, Región de Los Ríos.
Uno de los principales atractivos es que en su interior existe un sendero de dos kilómetros que permite al visitante llegar hasta el corazón mismo del bosque, tras descender por pendientes pronunciadas, rodeadas de coigües, mañíos, arrayanes y cientos de helechos. "Es sentir muy de cerca la naturaleza", refiere uno de los guías.
El impulsor y propietario del parque, Joel Caihuán, comenta que "este emprendimiento comenzó en 2011 con la recuperación del espacio. Y desde hace dos años que estamos trabajando en su implementación".
Añade que "la idea es que las personas que nos visiten sean guiadas dentro del bosque y podamos contarle qué especies hay en su interior, para que deambulen por senderos que los conduzcan a una caída de agua que se encuentra rodeada del verdadero bosque nativo de Chile".
El Parque Peumayén tiene 23 hectáreas y, además de la "ruta central", cuenta con senderos delimitados que están rodeados de árboles milenarios e inmensos. Además, existen diversas aves y animales de la zona, como chucaos, torcazas, pudús, el gato huiña, la ranita de Darwin y el monito del monte.
Una bienvenida "alada"
Otro de los atractivos folclóricos de esta zona son sus mitos y leyendas. Uno de ellos, por ejemplo, dice que si el visitante recorre los senderos y es bienvenido, el canto del ave chucao sonará al lado derecho del camino. Todo resultará bien en ese paseo. Pero si al bosque no le gusta la presencia del visitante, el pájaro cantará desde su lado izquierdo.
El director regional de Conaf Los Ríos, Fredy Ortega, explica que "el trabajo que desarrollamos en el sector de Rucatayo Alto comenzó en 2014, cuando un extensionista de la corporación asiste a la familia Caihuán. En ese momento solicitamos, a través de Indap, un crédito de enlace; es la primera vez que ocupamos este tipo de mecanismo para construir un sendero".
Agrega que "hay que destacar el compromiso que tiene la familia Caihuán con el medioambiente, porque no todas las personas reservan parte de su bosque para estos fines. Los propietarios suelen pedir permisos para la extracción de madera, pero esta familia está desarrollando un proyecto conservacionista".