¿Abrió realmente Moisés las aguas del Mar Rojo? la ciencia entrega una explicación

La recién estrenada película "Exodus: Dioses y Reyes" abre nuevamente el debate en torno a uno de los episodios más recordados de la Biblia.




"Extendió Moisés su mano sobre el mar; y el Señor, por medio de un fuerte viento solano que sopló toda la noche, hizo que el mar retrocediera; y cambió el mar en tierra seca, y fueron divididas las aguas". Éxodo 14:21.

El relato es uno de los más impresionantes de la Biblia. El épico pasaje, que nos recuerda inevitablemente la imagen de cada Viernes Santo en TV, con Charlton Heston abriendo las aguas del Mar Rojo en su papel de Moisés, volvió al debate gracias al estreno de "Exodus: Dioses y Reyes" cinta dirigida por Ridley Scott y protagonziada por Christian Bale.

Sin embargo, tal como muchos otros relatos de la Biblia, el episodio de hace más de 3 mil años también ha sido analizado por la ciencia, con arqueólogos y egiptólogos buscando evidencias que demuestren si de verdad algo así puede ocurrir.

Y aunque entre las teorías más conocidas se cuenta a un tsunami provocado por un gran terremoto, no es la más aceptada. De acuerdo a un estudio del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) y la Universidad de Colorado en Boulder (CU) la explicación sería más simple: el viento.

Carl Drews, investigador del NCAR y autor principal de un estudio publicado en 2010 muestra en una simulación por computadora cómo un fuerte viento proveniente del este que soplaba a poco más de 100 kilómetros por hora pudo hacer retroceder el agua de dos metros de profundidad, gracias a que dos cuencas antiguas unidas en una curva en forma de U a lo largo del Mar Mediterráneo formaron un puente de tierra de 2,5 Km de largo y 3 Km de ancho, abriendo un paso para que las personas circularan por alrededor de nueve horas.

La investigación, basada en la reconstrucción de la profundidad y ubicación de los cursos de agua del Nilo, puede ser entendida como dinámica de fluidos y si bien no confirma que el hecho haya ocurrido como lo dice la Biblia, sí demuestra que físicamente, puede ser cierto.

Fuente: The Washington Post, Smithsonian, PlosONE

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