En 1984 y bajo el alero de Wham!, George Michael y Andrew Ridgeley sacarían a la luz el lento más tocado en aquella década: "Careless Whisper". Una canción que llevó a la fama mundial a los británicos y significó el punto de inflexión en las carreras de ambos artistas. Mientras esto ocurría, al otro lado del mundo, un joven buscaba su lugar entre las luces y el espectáculo.
Desde que era un niño, José Martín Cuevas tuvo una fijación por la música. Ya a los 6 años paseaba por distintas fiestas en México junto a su padre. Fue justamente en una de ellas que conoció al mariachi Vicente Fernández, quien al ver su calidad, lo llevó a una audición en CBS. De ahí en más, el éxito fue cosa de tiempo.
Ya con 16 años y con el seudónimo de Pedrito Fernández, el cantante regalaría el que por diversos sitios ha sido catalogado como una de las peores adaptaciones de la historia. Tras la grabación del disco "Es un sábado más" en 1985, el cantante se presentó en el programa "Siempre es Domingo" de Televisa. Ahí interpretó "Absurda Confidencia", versión adaptada del éxito creado por George Michael.
"Yo nunca volveré a bailar, con mis pies no sigo el ritmo. Es difícil de creer, se me olvidó bailar. Pensar que un amigo pueda terminar por una absurda confidencia, con un juego que empezaba a ser bonito de verdad", reza el pegajoso coro.
Quizás por su tono distinto en la introducción del saxofón, por el cambio de idioma o simple interpretación, Pedro Fernández marcó un precedente "histórico", que se disfruta gracias a YouTube o Spotify hoy en día. Adaptaciones de este hit existen por montón y en distintos estilos, pero la del mexicano debe ser una de las más llamativas.
Años más tarde el joven "Pedrito" se transformó en adulto y nunca más volvió a cantar esta versión.