Las acciones japonesas alcanzaron el miércoles su máximo en 10 meses, impulsadas por un modesto giro hacia sectores defensivos, y la bolsa de Shanghái volvió a terreno positivo cuando los inversores se alegraron por los resultados corporativos.
Los menores volúmenes de operaciones durante el verano, sin embargo, mantuvieron los precios con fuerte altibajos y los mercados generalmente se mantuvieron dentro de los rangos.
"No hay duda de que la economía está en camino de recuperación tanto de la perspectiva macro como de la micro, y el mercado está en una tendencia alcista", dijo Junichi Misawa, gerente de fondos de STB Asset Management.
Sin embargo, habiendo ya descontado una mejoría en la economía global, los inversores están buscando señales adicionales de que el crecimiento podrá ser sostenido una vez que desaparezca el impacto del importante gasto de estímulo gubernamental.
La volatilidad en las acciones chinas también mantuvo dudas en los inversores. El índice compuesto de Shanghái ganó un 1,78%, pero ha retrocedido cerca de un 13% en lo que va de agosto, en camino a su mayor declive mensual desde octubre del 2008, el mes más oscuro de la crisis financiera.
El movimiento precipitado ha generado preguntas sobre si otros fuertes movimientos en los mercados de valores se debieron a una corrección.
El índice promedio japonés Nikkei cerró con un alza de un 1,36%, su máximo desde el 3 de octubre.
Las exportaciones japonesas retrocedieron en julio y los declives anuales en exportaciones a Estados Unidos y China se aceleraron, una señal de que el impacto de las medidas de estímulo en las mayores economías mundiales podría estar empezando a desaparecer.
El índice Hang Seng de Hong Kong registró un alza del 0,1%, susceptible a las subidas y bajadas en el mercado de Shanghái.