Un desplome histórico anotaron este lunes las acciones de La Polar en la Bolsa de Comercio de Santiago, tras cerrar la jornada con una caída sin precedentes de 62,7% después de una semana de suspensión, en reacción al aumento en la estimación de las provisiones -créditos con riesgo de incobrabilidad- adicionales que la firma deberá hacer y que alcanzan a los US$892 millones.
Así, los títulos de la empresa retail cerraron a $533,54 desde los $1.430 a los que cerraron el 13 de junio, cuando la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) decidió suspender las transacciones a la espera de que la firma entregara información más precisa al mercado respecto a las provisiones y su impacto en los resultados.
En la apertura, las acciones cayeron 71,3% y rozaron los $410 por título, y pese a recortar las pérdidas durante la sesión, la baja siempre se mantuvo sobre 60%. Durante la jornada, las acciones se transaron entre un mínimo de $361 y un máximo de $699 por papel. En el año la firma acumula un retroceso de 84,11%.
En la mañana, además, Heriberto Urzúa renunció a la presidencia de la compañía y en su reemplazo asumió como nuevo presidente César Barros, quien ingresó al directorio luego que Luis Hernán Paul renunció como director de La Polar.
PROVISIONES ADICIONALES
El viernes La Polar señaló que, de acuerdo a sus últimas estimaciones, las provisiones adcionales que deberá hacer suman US$893 millones, más del doble de lo proyectado hace dos semanas cuando dio a conocer los problemas que afectaban su negocio de crédito, debido a que se contabilizó como deuda vigente la morosidad de más de 418 mil clientes a los cuales se les realizaron repactaciones de manera unilateral.
Esta situación deja a la empresa con un patrimonio negativo de unos US$126 millones.
La propiedad de La Polar está diluida, con un 34% en manos de corredoras; 24% en Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), 19% en fondos extranjeros y un 14% en fondos de inversión, lo que ha abierto la expectativa que pueda tomar el control algún inversionista con suficiente respaldo financiero para sacar a la empresa de su actual situación.
Ello podría ocurrir en el contexto del aumento de capital por US$400 millones que los accionistas votarán este miércoles. En el caso de que el aumento sea aprobado, un nuevo socio podría tomar el control al adquirir el 30% de la propiedad.