Inversionistas de Anglo American dijeron que la venta de parte de su filial chilena Anglo Sur por US$2.800 millones, que terminó con una disputa de 10 meses, es un compromiso razonable y pidieron que la minera ponga su atención en otros problemas como su negocio sudafricano de platino.

Anglo y la minera estatal chilena Codelco llegaron a un acuerdo que reduce la participación de la firma con sede en Londres en Anglo American Sur (AAS) a un 50,1%, pero le permite mantener el control y rescata sus relaciones con el país, principal productor de cobre del mundo.

"Mi visión es que al menos se las arreglaron para negociar un acuerdo que ofrece un fin de las hostilidades. Probablemente, es una solución de compromiso razonable", dijo este viernes uno
de los 20 mayores accionistas institucionales de Anglo.

"Pudo ser peor. Si te enfrentas de igual a igual a una entidad del gobierno podías terminar con un resultado mucho peor. Estamos razonablemente contentos de que puedan tener en adelante una relación de trabajo sensible en adelante", añadió.

Anglo dijo que las dos empresas podrían, por ejemplo, trabajar en conjunto en el desarrollo de las minas Los Bronces de Anglo Sur y Andina de Codelco.

Codelco, el mayor productor de cobre del mundo, había anunciado en octubre del año pasado que ejercería una opción para comprar un 49% de Anglo Sur, apenas se abriera una oportunidad en enero de este año.

Sin embargo, Anglo sorprendió al mercado apenas unas semanas después vendiendo un 24,5% de las acciones a la japonesa Mitsubishi por US45.400 millones, muy por encima del precio que consideraba la opción de Codelco, lo que obstaculizaba sus intenciones.

Codelco consideró que Anglo firmó el acuerdo con Mitsubishi de mala fe, lo que enfrentó a ambas partes en una amarga disputa.

Al final, Anglo perdió el 49,9% de AAS, pero consiguió US$2.300 millones más de lo que habría podido recibir si se ejercía la opción, lo que excluye, por supuesto, los cargos legales y el daño a su reputación.

Analistas calculan la ganancia neta de Anglo en us$1.600 millones.

"Al final, ha sido bueno para los accionistas tras mirar al abismo que significa enojar de verdad a un país rico en recursos naturales", dijo otro accionista de Anglo, que está entre los 50 mayores.

"Mantener el control operativo es bueno y la valoración total es buena. El siguiente gran desafío es resolver los problemas del proyecto de hierro en Brasil y controlar los crecientes conflictos laborales en Sudáfrica", añadió.

Los analistas están conscientes que la dilución de la participación de Anglo fue un precio pequeño por salirse del conflicto, el que muchos sentían que debió haberse resuelto antes de que la disputa se agravara.

Anglo ha sido golpeado por retrasos y aumentos de los costos de su proyecto de mineral de hierro más importante, en Minas Rio en Brasil; además, sufre los problemas de su unidad Anglo
American Platinum (Amplats) de Sudáfrica.

Con Chile fuera de la ecuación, dijeron inversionistas, Anglo tiene que intentar resolver estos asuntos, ninguno de los cuales es fácil de abordar.

"La gente está preocupada porque nada parece salirle muy bien a Anglo en estos momentos. Simplemente están apagando incendios a diestra y siniestra", dijo el primero de los accionistas citados.

"¿Se puede culpar de todo a ella (la presidenta ejecutiva Cynthia Carroll)? No lo creo, pero aún así ocurrió en su turno", añadió.