Los niños no deberían recibir de forma rutinaria medicamentos contra la gripe como el Tamiflu dado que no hay pruebas claras de que prevengan las complicaciones de la enfermedad y sus potenciales efectos secundarios podrían superar cualquier beneficio, dijeron hoy lunes investigadores británicos.
Los expertos instaron a repensar el actual uso amplio de antivirales en los niños menores de 12 años, debido a un análisis de ensayos clínicos sobre brotes pasados de gripe estacional que mostró escasos beneficios y efectos colaterales potencialmente dañinos.
Los gobiernos de todo el mundo han acumulado grandes reservas de los antivirales Tamiflu, de Roche, y Relenza, de GlaxoSmithKline, para hacer frente a la actual pandemia de influenza H1N1.
En Gran Bretaña, se han distribuido centenares de miles de dosis de Tamiflu a personas con la enfermedad, la mitad de las cuales son niños.
Sin embargo, el doctor Matthew Thompson, de la University of Oxford, y sus colegas informaron en British Medical Journal que mientras los antivirales acortaban la duración de la gripe en los niños casi un día, no reducían los ataques de asma o la posibilidad de que los niños necesiten antibióticos.
También se relacionó la administración de Tamiflu con los vómitos, algo que puede ser grave en los niños, ya que causa deshidratación.
REVISION DE VARIOS ESTUDIOS
El análisis estuvo basado en la revisión sistemática de siete estudios clínicos previos que contemplaron el uso de Tamiflu y Relenza ante brotes de la gripe estacional en niños de entre 1 y 12 años.
Thompson dijo a periodistas que no había razón para pensar que las conclusiones no serían las mismas para el actual brote de la gripe pandémica H1N1.
"La estrategia de administrar este tratamiento en una infección leve es inadecuada", dijo a periodistas el investigador de Oxford Carl Heneghan.
El equipo también halló que 13 personas deben tratarse para prevenir un caso, lo que implica que los antivirales reducen la transmisión en un modesto 8 por ciento.
"Mientras la incidencia y la mortalidad de la actual pandemia siga siendo baja, una estrategia más conservadora podría considerarse prudente, dados los datos limitados, los efectos secundarios como el vómito y el potencial para desarrollar resistencia a la gripe", escribieron los expertos.
El doctor Ronald Cutler, de la Queen Mary University de Londres, quien no participó en el estudio, coincidió en que el uso más controlado de estos fármacos sería más beneficioso que la utilización indiscriminada.
Roche dijo que los efectos colaterales del Tamiflu son conocidos, pero que el medicamento ha demostrado prevenir la infección con el virus de la influenza y reducir tanto la duración como la severidad de la enfermedad.
"En estudios clínicos con niños que tomaban Tamiflu, los principales efectos adversos fueron náuseas en un 4 por ciento, dolor abdominal en un 1 por ciento y vómitos en un 10 por ciento", añadió el laboratorio en un comunicado.
Los efectos colaterales más comunes registrados con el fármaco inhalable Relenza fueron dolores de cabeza y náuseas, según indicó la compañía británica.