La actividad fabril en Europa y Asia se hundió en septiembre a niveles inéditos desde las profundidades de la última crisis financiera, golpeada por una caída en la demanda por exportaciones, según sondeos publicados el lunes que refuerzan el temor de una vuelta a la recesión.

Las cifras correspondientes de Estados Unidos, que se conocerán en el transcurso del lunes, probablemente destacarán el sombrío panorama de la economía global.

La contracción del sector manufacturero de la zona euro se profundizó el mes pasado, con las nuevas órdenes encogiéndose a su ritmo más rápido desde mediados del 2009.

Pese a que los líderes de Europa han logrado evitar por el momento que la crisis de deuda de la zona euro desate una catástrofe financiera, los datos apuntan a un empeoramiento de las fortunas económicas en todo el bloque.

Incluso en China, que reportó un leve crecimiento en su índice manufacturero oficial, economistas vieron evidencias de un enfriamiento. La actividad fabril de China suele subir en septiembre, ya que las empresas se preparan para las festividades de la Semana Dorada, pero el aumento de este año fue menor que el promedio.

"No hubo razones para ser optimista, ya que de hecho fue el septiembre más débil y se ubicó en el mismo nivel que en el 2008", dijo Yao Wei de Societe Generale.

El índice de gerentes de compra (PMI por su sigla en inglés) calculado por Markit para el sector manufacturero de la zona euro, que mide la actividad de miles de empresas en los países que comparten el euro, cayó a una lectura final de 48,5 puntos en septiembre desde sus 49,0 de agosto.

Es el segundo mes consecutivo en que el PMI fabril ha estado bajo los 50 puntos que separan el crecimiento de la contracción.

"En pocas palabras, la recesión en la actividad manufacturera de la periferia de la zona euro está pesando en el índice general de la zona euro, que en septiembre sugiere que la economía no está creciendo en el tercer trimestre", dijo Annalissa Piazza de Newedge.

La creciente evidencia de una economía de la zona euro cada vez más débil llevó a algunos economistas a pronosticar que el Banco Central Europeo recortará las tasas de interés el jueves, pese a que la mayoría cree que el banco esperará hasta el año nuevo antes de flexibilizar su política monetaria.