De Rey del Norte a Príncipe Encantador. Si el nombre de Richard Madden es desconocido, su rostro resulta inconfundible para millones de fanáticos de Game of thrones en todo el mundo. El británico interpretó por tres temporadas a Robb Stark en la serie fantástica de HBO, hasta que encontró su sangriento final. Ahora, con más posibilidades de sobrevivir, el actor de 28 años volverá a interpretar a un personaje de la realeza en La Cenicienta, la adaptación de Disney del clásico cuento infantil, y su propia película animada de 1950, esta vez con actores de carne y hueso, con Madden como el icónico príncipe, y Lily James (Downton Abbey) como la protagonista.
"Es una película que intenta acercarse más a un público moderno, pero sigue teniendo todos los elementos clásicos de la cinta", dice Madden al teléfono para La Tercera. "Eso sí, creo que cambia mucho el mensaje. Porque claro, en 1950 la historia mostraba cómo esta joven necesitó a un hombre para que la sacara del sufrimiento de su vida, pero no me parece buena idea seguir diciéndole eso a los jóvenes", agrega.
La modernización del mensaje no es el único cambio que la historia mostrará en su versión 2015. Sobre todo en la relación entre sus dos personajes principales. El romance entre la Cenicienta y el Príncipe comenzará a gestarse antes del famoso baile donde la joven pierde su zapato, con el segundo ocultando su identidad, haciéndose pasar como un trabajador más del palacio. "Esta versión se centra en una pareja de jóvenes que saca lo mejor del otro. Es una dinámica que creo resulta más interesante para la gente", asegura Madden.
Y agrega: "Construimos estos dos personajes de tal manera que fueran pares, no que uno fuera superior al otro. Vemos más las historias personales de los personajes; él no es sólo un príncipe, es un hombre, es un soldado, y es un hijo".
La villana principal de la historia también recibirá una atención especial, mostrando un lado distinto al que se vio en la película animada. "Esta historia te enseña a entender a la Madrastra (Cate Blanchett), el por qué actúa de esta manera. No es la villana sólo por el gusto de serlo, hay un trasfondo que explica la mujer que es", explica el actor.
Esta versión empoderada de la Cenicienta, con una protagonista que se sale del estereotipo de la princesa en apuros, llega en medio de las críticas respecto a la falta de papeles femeninos fuertes en Hollywood, realidad que de a poco comienza a cambiar en las producciones de alto presupuesto. "Existe una tendencia a tener muchos más protagónicos masculinos que femeninos. Es de cierta forma la tónica de las historias que se vienen contando hace mucho tiempo. Pero incluso si uno retrocede más, a autores como Shakespeare, hay muchos papeles de mujeres muy fuertes e interesantes. Y necesitamos más de estos personajes", asegura el británico.