Una de las características de la trilogía ¿Qué pasó ayer? -la tercera parte se estrena este jueves en las salas locales- es que su elenco siempre tiene escenas en algún hotel. No importa si es en el lujo de Las Vegas, como en el comienzo de la franquicia y en parte de su final, o en hoteluchos en Bangkok y Tijuana, como ocurre en la segunda y tercera parte, respectivamente.

Y, como indica el nombre de las cintas, las escenas están llenas de caos y un absoluto desconocimiento de cómo se llegó a situaciones como perder al novio el día antes de su matrimonio, terminar con un diente menos o un tatuaje en la cara.

Pero ahora, el elenco de la trilogía está en el hotel Fasano, uno de los más elegantes de Río de Janeiro -donde La Tercera llegó por invitación de Warner Bros.- para hablar del estreno del tercer filme de la franquicia, que esta vez cuenta cómo Phil (Bradley Cooper), Stu (Ed Helms) y Doug (Justin Bartha) deben llevar a rehabilitación a Alan (Zach Galifianakis), que está fuera de control. El problema es que en el camino son interceptados por Marshall (John Goodman), un criminal que tiene cuentas pendientes con el villano Mr. Chow (Ken Jeong) y que rapta a Doug como medida de presión para que el resto de los amigos consiga que Mr. Chow salde su deuda.

La apuesta de todos ellos es que, con esta tercera entrega, ocurra lo mismo que con las anteriores que se convirtieron en un fenómeno de taquilla y, de paso, volvió populares a un grupo de actores desconocidos: $ 277 millones de recaudación en Norteamérica y US$ 467 millones a nivel mundial. En 2009, el debut de la saga rompió récords de taquilla para comedias con calificación R -menores de 17 años deben ser acompañados de un adulto- en la región, mientras que la segunda entrega, de 2011, tiene el primer puesto mundial, con US$ 586 millones.

Un fenómeno llamativo para una cinta que usa códigos tan estadounidenses como la despedida de soltero en Las Vegas o la "intervención" (donde un grupo de familiares o amigos se juntan para pedir un cambio en el estilo de vida de alguien). En esos términos, son los personajes -según los actores- los que son universales. "Creo que este tipo de personajes existen en todas las culturas", dice Helms sobre su rol, el dentista nerd. Mientras que Phil, encarnado por Cooper, es "el tipo cool" y Alan, el personaje de Galifianakis es "el tipo raro".

"Esos son arquetipos que todos conocemos alrededor del mundo", dice Helms. Y agrega: "Además de eso, estos son amigos que se adoran y harían lo que fuera por el otro, incluso cuando están peleando y gritándose se apoyan entre sí. Y eso es algo que resuena en todos".

Sobre el impacto que han tenido las comedias alrededor del mundo dice que "es realmente emocionante". Por su parte, Bartha, quien encarna a Doug, el cuñado del alocado Alan, comenta: "Creo que los personajes de ¿Qué pasó ayer? tienen una gran deuda con la comedia clásica de Los hermanos Marx, Los tres chiflados y Abbott y Costello, donde no sólo importa la interacción entre los arquetipos, sino que la comedia física, esa es una gran razón por la cual estas películas se pueden ver en cualquier idioma".

Ken Jeong, a cargo de Mr. Chow, el sádico villano que todos aman odiar, comenta sobre el interés en su personaje: "Creo que lo que gusta de Mr. Chow es que es un villano con sentido del humor, eso llama la atención incluso en dramas, como Joe Pesci en Buenos muchachos: un sicópata con sentido del humor".

Y el director y guionista de la cinta, Todd Phillips, piensa parecido: "Creo que las comedias deben incluir más elementos que sólo comedia. Suena raro, pero me gusta cuando funcionan en múltiples niveles. Creo que hay oscuridad en ¿Qué pasó ayer?, además de misterio y acción".

En esos términos, Heather Graham, quien retoma a Jade, el personaje del primer filme -una stripper que se casa con Stu-, comenta que "entre más actúo, más respeto tengo por los comediantes".

Sobre su rol, en tanto, la actriz explica que "lo lindo es que Todd me mandó un e-mail y me dijo 'escribí una parte para ti en esta película y quiero que Jade tenga un final muy bonito', creo que fue muy dulce de su parte y quedé muy feliz con eso", y confidencia que siempre esperó que su personaje y el de Stu terminaran juntos.

En cuanto al nuevo villano (John Goodman), el director dice que lo eligió porque "es un gran actor y le da seriedad a los personajes". Sobre Melissa McCarthy, en tanto, explica que "ella es una de las mujeres más graciosas del mundo y fue la persona obvia para igualar la locura de Alan". Una locura que el actor que encarna a Alan buscó evidenciar en toda su expresión: "Quiero mostrar a Alan como un tipo sin capacidad de editar las cosas que hay en su cabeza, así que no conoce los filtros. Cuando no hay filtros, se abren las puertas para interpretar a un personaje así", dice Galifianakis.

Sobre la influencia que la trilogía ha tenido en las comedias para adultos, Bartha destaca el hecho que ha permitido más libertad al olfato de directores: "En la primera película, sólo Heather era popular, nadie más, pero Todd peleó por su visión".

"Es muy extraño que un estudio permita eso en un elenco", dice Graham y agrega que cree que también ha generado un pequeño cambio en la cultura popular. "Una vez en Las Vegas, me dijeron que mucha gente llega a los hoteles y dice 'Vamos a tener un fin de semana a lo ¿Qué pasó ayer?'".

Pero, más allá de los nuevos y antiguos personajes, la saga termina con esta entrega. Y la despedida no fue al estilo de ¿Qué pasó ayer? "Fue muy tranquila y callada", resume Galifianakis.