El Festival de Cannes sirvió hoy de plataforma al equipo de la película brasileña Aquarius, que quiso denunciar lo que considera un golpe de Estado encubierto en su país, que está "dividido" como nunca antes lo ha estado desde que se reinstauró la democracia, como resaltó la actriz Sonia Braga.
"Es muy importante entender que en Brasil está pasando algo", dijo la veterana actriz, que ayer participó con el resto del equipo del filme en una protesta en la alfombra roja de Cannes.
El director de la película, Kleber Mendonça Filho, dijo que la división en Brasil "es dramática y terrible" y está "sacando lo peor de las dos partes, pero especialmente de la derecha, que está mostrando "nociones de fascismo".
Como ejemplo señaló que en el Parlamento ha habido quienes han propugnado que las mujeres no trabajen porque se quedan embarazadas, o el hecho de que haya desaparecido el Ministerio de Cultura, ahora integrado en el de Educación.
Es una de las medidas del Gobierno del presidente interino Michel Temer, quien asumió el cargo la semana pasada después de que Dilma Rousseff fuera suspendida temporalmente de su cargo.
"Hay gente en el nuevo Gobierno que son corruptos, ya hay casos y pruebas, y en el momento en que asuman su puesto tendrán que dimitir. Esto es muy dañino para nuestra democracia y es duro de aceptar", dijo Braga emocionada.
Esa situación es la que el equipo de Aquarius, que participa en la competición oficial de Cannes, quiso denunciar ayer antes de la proyección de gala de la película, desplegando ocho pequeños carteles en los que señalaban lo que, a su juicio, pasa en Brasil.
"Brasil está viviendo un golpe de Estado" o "Brasil ya no es una democracia" fueron algunas de las frases que formaron una protesta que el equipo se pensó mucho cómo hacer.
"No quería hacer algo ruidoso o que fuera de alguna forma inadecuado y llegamos a la idea de sacar ocho piezas de papel con frases cortas que expresan lo que está pasando en Brasil", explicó Mendonça.
El Festival de Cannes "tiene muchas cámaras" y la protesta funcionó muy bien. "Estoy muy emocionado de la reacción de los medios de comunicación", agregó el realizador.
"Queríamos que la gente sepa que está pasando algo en Brasil ahora y que lo que cuentan los medios de Brasil está viciado, queríamos usar la plataforma que es Cannes y hacer ese pequeño gesto".
Una pequeña protesta que Braga estuvo a punto de perderse porque se había adelantado a sus compañeros. "En ese momento estaba más arriba y vi que estaban abajo, bajé como pude con mi vestido y mis altos tacones, pero llegué a tiempo", relató la actriz.
"Si luchas, al menos tratas de defender tus derechos como ciudadano y eso es muy importante para mí", agregó la protagonista de filmes como "Doña Flor y sus dos maridos" o "Gabriela, clavo y canela".
La actriz recordó sus orígenes humildes, lo que le llevó a abandonar la escuela a los 14 años, en una familia de siete hijos a los que su madre tuvo que criar sola.
"No hay nada de malo con los pobres, el problema es con los ricos, que quieren más y más" y eso es lo que refleja "Aquarius", una película centrada en la especulación inmobiliaria que está expulsando a mucha gente fuera de las grandes ciudades, en las que solo pueden vivir los que tienen más dinero.