Acuerdo entre Gobierno alemán y General Motors por Opel podría seguir extendiéndose
El Gobierno alemán dio señales que las negociaciones entre Berlín y General Motors, sobre el destino de su división europea Opel, podrían tardar unas semanas más. Las conversaciones para la venta de Opel se arrastran hace meses y son un asunto político relevante en la campaña para las elecciones de septiembre en Alemania, debido al apoyo estatal que requiere un eventual comprador.
Opel ha estado sobreviviendo con un préstamo puente de 1.500 millones de euros (US$2.150 millones) del Gobierno alemán que vence a fines de noviembre, momento en el que un nuevo inversionista debería de tomar el control.
Ante la ausencia de un acuerdo para postergar el pago de esa deuda o pagarla, Opel podría caer en la insolvencia.
El directorio de GM no volvería a reunirse hasta principios de septiembre cuando el asunto de Opel volverá a ser discutido.
Sin embargo, una resolución final sobre Opel podría volver a posponerse hasta después de las elecciones alemanas a fines de septiembre, según una persona cercana al proceso de venta, que dijo que no estaba autorizada a discutir el asunto públicamente.
Si bien GM quiere encontrar un inversor para Opel, el nuevo directorio de la automotriz estadounidense se inclina por una solución que le permita retener más control, dijo la persona.
"Cada vez parece más que GM trata de mantener a Opel lo más cerca posible. GM quiere tener la flexibilidad máxima para incluso poder conservarla" indicó la fuente.
Las operaciones europeas de GM anotaron una pérdida de US$2.800 millones el año pasado, pero Opel representa el corazón de la ingeniería de autos pequeños y medianos de GM, y aporta la tecnología detrás de modelos clave como el Chevy Malibu y el próximo Chevy Cruze.
Originalmente, GM había planeado vender la mayoría de Opel a un consorcio liderado por Magna, fabricante canadiense de auto partes, pero comenzó a reconsiderar esa alternativa cuando salió rápidamente de la bancarrota.
Incluso después de que Magna presentó un contrato de 600 páginas respaldado por garantías crediticias alemanas, el directorio de la ahora estatal GM sorprendió a Berlín al rechazar el acuerdo el viernes.
Una parte de la preocupación de GM se centra en la posibilidad de que los socios rusos de Magna, Sberbank y GAZ, usen tecnología de GM para desarrollar una amenaza competitiva a su marca Chevy en el mercado ruso.
RHJ International, empresa que tiene su sede en Bruselas y se enfoca en inversiones en autos y en Japón, es el otro interesado en Opel.
La canciller alemana Angela Merkel dijo en la televisión de su país que aún esperaba una rápida decisión en favor de Magna, pero que el acuerdo debía ser sólido.
"El contenido tiene que preceder a la velocidad. Solucionaremos los asuntos que hay que resolver (...) Creo que hay una buena oportunidad de que, al final, lleguemos a un acuerdo", dijo al canal de noticias N24.
Como el Gobierno de Estados Unidos ha dicho que no financiará a las operaciones internacionales de GM, Merkel señaló que la automotriz estadounidense depende de la ayuda europea si quiere mantener a Opel a flote.
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