De los tres grandes partidos del período democrático brasileño iniciado en 1985, solo el Psdb, de Fernando Henrique Cardoso, se había librado de estar de una manera tan contundente en el blanco de los cuestionamientos ciudadanos, políticos y judiciales. El Partido Movimiento Democrático Brasileño (Pmdb), del Presidente Michel Temer, y el Partido de los Trabajadores (PT), de Lula da Silva y Dilma Rousseff, se encuentran duramente jaqueados y con algunos de sus más importantes dirigentes en prisión. Sin embargo, las acusaciones surgidas contra el ex candidato presidencial, senador y líder del Partido de la Social Democracia Brasileña (Psdb), Aécio Neves, vienen a golpear a esta tienda política que parecia tener todo para ganar unas futuras elecciones presidenciales.
Neves, según medios locales, aparecería en una grabación pidiendo dos millones de reales (US$ 638.000) al poderoso empresario del sector de la carne Joesley Batista, para poder pagarle a los abogados que lo defienden en los procesos por corrupción. Una grabación que complica también a Temer y que lo tendría al borde de la renuncia. A raíz de este caso la oficina en el Congreso y la casa de Neves -considerado un importante aliado político de Temer- y otras de sus propiedades fueron allanadas por la policía, la hermana y el primo del legislador fueron detenidos, el Supremo Tribunal Federal ordenó separar de su cargo en la Cámara Alta al político socialdemócrata y le prohibió salir del país, y su propio partido decidió destituirlo como presidente de la colectividad. "Esto representa su muerte política", dijo a La Tercera Sylvio Costa, fundador del grupo anticorrupción de Congresso em Foco.
Así, queda complicada una nueva candidatura presidencial de Neves, quien ya había sido mencionado en la investigación sobre corrupción en el caso Lava Jato y que ha hundido a dirigentes del PT y del PMDB. Junto con Neves, en las filas del Psdb han sonado como posibles abanderados presidenciales los nombres de João Doria, alcalde de Sao Paulo, y Geraldo Alckmin, gobernador del estado de Sao Paulo. Neves fue candidato presidencial en 2014, pero fue derrotado en la segunda vuelta por Rousseff.
Neves se suma así a la larga lista de "tocados", utilizando la jerga del juego Batalla Naval, que tienen aspiraciones presidenciales. De hecho, quien aparece primero en los sondeos de intención de voto de cara a los comicios de octubre es el ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, seguido muy atrás por el diputado del Partido Social Cristiano Jair Bolsonaro, por João Doria, por la ex candidata Marina Silva y por Neves, en distintos órdenes dependiendo de la encuesta. Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2011, afronta graves acusaciones de corrupción por las que es objeto de diversos procesos, y ha sido procesado por obstrucción a la Justicia por el supuesto intento de soborno de un implicado en los hechos de corrupción en Petrobras a cambio de su silencio. De ser condenado, Lula no podría postularse.
De esta forma se da por descontado que la próxima campaña presidencial, así como los candidatos, estarán condicionados por las investigaciones judiciales sobre la corrupción. Unas turbulencias que podrían aumentar dependiendo de las delaciones compensadas, los procesamientos judiciales y las eventuales detenciones y sentencias.