Acusaciones de xenofobia marcan arribo de médicos cubanos a Brasil
Los gremios de la salud piden que los profesionales de la isla validen su título. Los cubanos irán a zonas del país donde no hay médicos.
"¡Esclavos! ¡Incompetentes!". Así gritaron algunos médicos brasileños cuando el lunes pasado un grupo de 96 doctores extranjeros, 70 de ellos cubanos, salía de la Escuela de Salud Pública de Ceará, en Fortaleza, donde están haciendo un curso de atención básica y portugués.
Los profesionales forman parte del programa gubernamental "Más Médicos", que tiene como fin cubrir 15 mil puestos de trabajo en diferentes zonas del país. Ya llegó un primer grupo de más de 200 médicos, del total de cuatro mil cubanos que el gobierno brasileño prevé contratar. Los doctores extranjeros recibirán un sueldo mensual de 10.000 reales (unos US$ 4.280), pero los cubanos cobrarán su salario a través del gobierno de Cuba, que llegó a un acuerdo con Brasil y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). De este modo, lo recibido por los médicos de la isla pasará a ser menos de la mitad de lo que van a percibir sus colegas de otros países en Brasil.
Ante la reacción de los médicos en Ceará, el ministro brasileño de Salud, Alexandre Padilha, acusó públicamente a los profesionales locales que participaron en la manifestación de tener actitudes "truculentas", que incitan al "prejuicio" y la "xenofobia".
La Presidenta Dilma Rousseff impulsó personalmente la llegada de médicos cubanos desde las protestas masivas de junio que, entre otras demandas, exigieron mejoras en el sistema de salud pública. "Esta es una respuesta que el gobierno central encontró a las demandas populares", dijo a BBC Mundo, Sonia Fleury, politóloga y socióloga que coordina el programa de estudios sobre la esfera pública en la Fundación Getulio Vargas.
Pero la llegada de los profesionales cubanos y de otros países provocó fuertes reacciones de organizaciones médicas brasileñas que cuestionaron la capacitación de los extranjeros para atender a la población brasileña y reclamaron que lo que falta para mejorar la atención en áreas remotas es mejor infraestructura. La Asociación Médica Brasileña llevó al Supremo Tribunal Federal una acción de inconstitucionalidad contra el programa gubernamental, y la Federación Nacional de los Médicos solicitó a la Fiscalía del Trabajo indagar las condiciones en que trabajarán los cubanos. Las críticas también radican en que los profesionales no realizarán cursos de validación de títulos, sino que un curso de tres semanas.
Rousseff ha defendido el programa diciendo que 700 municipios del país carecen de profesionales de la salud. Así, la mandataria incluso ha citado estadísticas internacionales: mientras un 37% de los médicos de Estados Unidos o Canadá son extranjeros -explicó-, en Brasil el porcentaje es de apenas un 2%. El gobierno calcula que Brasil acumula un déficit de unos 54 mil médicos en la última década.
Rousseff dijo que "existe un enorme prejuicio mostrado contra los cubanos". "Es importante decir que los médicos extranjeros vienen a Brasil a trabajar adonde los médicos brasileños no quieren trabajar", aclaró la mandataria.
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