Un nuevo escándalo que involucra al deporte y a la política sacude Argentina. Guillermo Marconi, titular del SADRA (Sindicato de Árbitros de la República Argentina), Sergio Pezzotta (que dirigió la revancha River-Belgrano en el Monumental) y Juan Pablo Pompei (que también estuvo en consideración para ese partido) denunciaron que el ex presidente de la AFA, el fallecido Julio Grondona, y la ex presidenta Cristina Kirchner presionaron para evitar el descenso de River Plate en 2011, el que finalmente se concretó.
En conversación con el diario Clarín, Marconi afirmó que "Grondona y el Gobierno presionaron para que River no se fuera al descenso. El 23 de junio, día posterior al primer partido en Córdoba, que pierde River, Grondona me pide juntarse en forma inmediata. Había estado con la Presidenta de la Nación y le informó que tenía noticias de que si descendía River era un escándalo y habría focos de violencia en todo el país. Me pidió que fuera a su departamento; él estaba por irse a su campo y tuvo que cambiarse por el llamado de la Presidenta. Me manifestó esto y que el Colegio de Árbitros decidió que los encargados de dirigir eran Pezzotta o Pompei".
Pompei se enteró mientras arbitraba en Copa Libertadores en Brasil: "Estábamos en San Pablo, y nos dicen 'prepárense que a la guerra va alguno de ustedes'. No sabíamos la presión que había y cuando llegamos tomamos real dimensión".
El árbitro de aquel pleito, Pezzotta, aseveró que "Grondona me saludó y me dijo: 'Mire Pezzotta que si esto sale mal nos matan a todos, nos van a colgar del Obelisco'. Le contesté que yo iba a dar todo de mí para que salga bien, que estaba poniendo el pecho, que tendría que estar en Córdoba por la Copa América. 'Estoy en tus manos', fueron sus palabras y me quedó grabado cuando dijo: 'Si esto sale mal, nos cuelgan del Obelisco".
"Creo que tanto uno como otro estaban absolutamente presionados por ese partido. Una políticamente y el otro como responsable de lo que pudiera pasar, como que era un disparador social de algo que podía darse en el país. Bueno, en la cancha de River pasó lo que había anunciado la Presidenta: un escándalo. No así en el país", agregó el dirigente de los árbitros.
"Tienes que pensar que es un tema en el que había intervenido el Gobierno a través de su máxima autoridad, no hubo una gestión intermedia. Nunca en mi vida lo vi tan presionado y tan mal a Julio. Lo vi muy mal, muy mal... Me impactó la urgencia de su llamado: estaba por irse al campo, tuvo que cambiarse y salir a Olivos. Y después que salió de la reunión con la Presidenta me transmitió esa ansiedad. Estaba angustiado. Cuando terminó el primer tiempo me llama y me dice '¿cómo no dio ese penal?'. Le digo: 'Julio, primero hay que ver si fue penal, y segundo que si no lo dio es porque seguro no fue'. Estaba mal, Julio estaba mal...", cerró Marconi.