Un exmiembro alemán de las SS de 93 años que habría trabajado en el campo de exterminio de Auschwitz entre mayo y julio de 1944 fue acusado este lunes por la fiscalía de Hánover por complicidad en el asesinato de al menos 300.000 personas.
El número de víctimas ha sido calculado en función del número de muertos en las cámaras de gas entre el 16 de mayo y el 11 de julio de 1944, un total de al menos 300.000 personas tras la llegada de 137 convoyes con cerca de 425.000 personas procedentes de Hungría.
"El acusado habría ayudado entre mayo y julio de 1944 en el campo de exterminio de Auschwitz a hacer desaparecer las maletas de los deportados. Eso permitía destruir cualquier indicio de exterminio antes de la llegada de los convoys siguientes", indicó la fiscalía de Hánover en su comunicado publicado el lunes.
"El acusado sabía que los detenidos, en su mayoría judíos, eran exterminados en las cámaras de gas inmediatamente después de su llegada a Auschwitz cuando no eran seleccionados para trabajar", añadió la fiscalía.
El tribunal de Luneburgo tendrá ahora que decidir si abre un juicio.
Más de 6.000 personas trabajaron en Auschwitz, donde cerca de 1,1 millones de judíos, gitanos, homosexuales y opositores políticos, entre otros grupos, murieron en las cámaras de gas, por cansancio o enfermedad.
Durante más de 60 años, los tribunales alemanes sólo juzgaron a los acusados contra los que tenían pruebas directas o testimonios.
Pero la condena en mayo de 2011 en Múnich de John Demjanjuk, en mayo de 2011, sentó jurisprudencia.
Aunque no se demostró su implicación directa en los crímenes, Demjanjuk fue condenado a cinco años de prisión por participar en el asesinato de 28.000 judíos cuando era guardián del campo de Sobibor.