Adel Hakim ha viajado tantas veces a Chile que perdió la cuenta. Han pasado más de 15 años desde que el director y dramaturgo egipcio radicado en Francia vino por primera vez, invitado a un coloquio de realizadores teatrales. Y ahora, con los estrenos que prepara para el Teatro Nacional y Sidarte, llegará a 20 obras montadas en el país.
La relación entre el director y Chile es larga y diversa. Hakim ha dado clases, dirigido egresos de las universidades Católica, de Chile y Finis Terrae, y montado obras profesionales, entre las que destacan Déjala sangrar (2006) y La controversia de Valladolid (2000), protagonizada por Héctor Noguera. También se han presentado textos suyos, como Ejecutor 14 , puesta en escena por el mismo Noguera. Además, en su faceta de director del Théâtre des Quartiers d' Ivry, ha recibido a directores y actores chilenos en su sala parisina.
Ahora, Hakim ha vuelto para estrenar dos obras del joven dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón. Mañana, en el Teatro Nacional debuta la primera de ellas: Uz, el pueblo, una comedia que toma ciertos elementos de la historia de Abraham y su hijo Isaac.
Dios le habla a una mujer en su cocina. Se puede oír la voz divina diciéndole que para demostrarle fidelidad debe sacrificar a uno de sus dos hijos. Ella debe elegir cuál, si su extraña hija o su vital hijo, muy querido por el sacerdote del lugar. Y en el proceso de decidir, el pueblo se entromete, armándose un enredo que crecerá hasta estallar en violencia.
"No se trata el problema de la fe, sino de cómo ella puede transformarse en una manipulación para tomar el poder, para que un grupo de gente imponga una forma de vida. Es un texto muy político", explica Hakim sobre la obra que protagonizan Tatiana Molina, Mario Bustos, Alex Zisis y Claudio Valenzuela.
Mi muñequita debutará en Sidarte, con dos funciones en septiembre (12 y 13) y luego tendrá temporada desde el 10 de octubre. Interpretada por jóvenes actores de la compañía La Mala Nueva, la obra es una tragedia musical que muestra a una niña que enloquece tras ser víctima de abuso sexual en su familia.
Hakim vio Mi muñequita en una visita a Uruguay, cuando asistió a una función de medianoche en un subterráneo. Fue la puerta de entrada a la obra de Gabriel Calderón, que entonces sólo tenía 19 años y que hoy llega a 30. Tras esa experiencia, Hakim (60) decidió traducirlo y montarlo en Francia. El año pasado incluso realizó un ciclo con seis obras del uruguayo.
"Siempre estoy en búsqueda de nuevos autores, de nuevas maneras de hacer teatro, porque uno tiene que renovarse, hay que conocer a las nuevas generaciones. Por eso también me gusta mucho hacer egresos, porque aprendo mucho de ellos sobre el mundo que estamos viviendo, que es el mundo del futuro. Ellos van a transmitir la cultura cuando nosotros no estemos más, eso me interesa mucho", cuenta el director.