Paz Echeverría está por estos días en Longwood, Florida, donde debutó con +4, cerca del puesto 80º, en el campeonato que cierra la temporada del Symetra Tour 2016. Para ella es particularmente especial, pues es el último torneo que enfrenta, pues después de seis años disputando el LPGA y su segunda división, el Symetra, dice adiós al golf competitivo. Así lo decidió, un camino que venía considerando desde hacía tiempo.
Tras una brillante campaña como aficionada, Echeverría jugó de 2013 a 2015 completo el calendario del LPGA, mientras que este año sólo disputó tres torneos. En 2011, 2012 y la mayor parte de este 2016 jugó el Symetra.
En su carrera acumuló premios por 156 mil dólares, aunque asegura que en ningún caso su partida se debe a motivos económicos: "Gracias a Dios no fue eso, tenía el apoyo de grandes empresas y personas". Decisión tomada, al punto de que renunció a jugar el Q-School de fin de año, el torneo clasificatorio que la podría devolver al LPGA.
"Ya tengo 31 años estoy en otra etapa de mi vida, ya empiezo a pensar en el futuro, en lo que espero de la vida y el día de mañana me gustaría formar una familia; con este ritmo y estilo de vida, es muy difícil", comenta la deportista poco antes de jugar la ronda en Florida.
Antes de partir, la golfista da una última mirada a su paso por Estados Unidos: "Lo mejor fue la gente increíble que conocí; los resultados se olvidan y los amigos quedan. Y si hablamos de resultados, el top ten de Australia y haber jugado los majors. Quizá la espinita sería el no haber rendido mejor en esos majors".
Pero Paz Echeverría era la única. En los últimos años habían dejado el profesionalismo Nicole Perrot, Camila Mori, Alejandra Shaw y Macarena Silva. Pero eso no es lo preocupante, sino su recambio.
Los resultados de Chile en torneos internacionales de aficionadas no han sido buenos, algo que la Federación de Golf intenta revertir con un plan que desde esta temporada está a cargo de la academia de Eduardo Miquel, mismo DT de Echeverría.
El profesor explica: "No veo ningún prospecto con esas ganas. Nosotros trabajamos con sus objetivos, que pueden representar bien a Chile, pues eso las motiva, o conseguir una beca en Estados Unidos, porque las mujeres apuestan mucho a estudiar afuera, pero no necesariamente a dedicarse al golf profesional después".
En el ranking mundial amateur hay 12 chilenas, donde las mejores son Carla Jane (938ª), Valentina Haupt (1.255ª), Pilar Schele (1.344) y Natalia Villavicencio (1.384ª). La primera, segunda y cuarta juegan en la NCAA estadounidense.
A las damas las afecta también que no hay tours en Chile o Latinoamérica para mujeres.
También ha trabajado con las damas y con Echeverría Hugo Contreras. Este coach cree que "no hay una generación competitiva". "Pueden pasar décadas para que llege otra golfista al Symetra. Mi crítica apunta a los entes que rigen, porque no hay una escuela creada para sacar jugadoras", cierra.
Los niños la esperan
"Ojalá su figura hubiera sido aprovechada para generar interés en las niñas, pero no se hizo nada". Es la crítica de Hugo Contreras, el entrenador que trabajó con Echeverría cuando era aficionada. Duro, pero sus palabras también adivina precisamente a lo que se dedicará ahora la golfista.
Echeverría regresará la próxima semana a Santiago para enfrentar sus nuevos desafíos, la dirección ejecutiva de Golf Juniors (o Golf Action), la asociación que reúne y organiza el golf formativo en Chile, en reemplazo de Francisco Lyon, de 76 años, quien ocupa el cargo desde su fundación, en 1997.
"Mi partida es más que nada por un tema de cansancio y ganas de emprender en otras cosas. Ésta es mi despedida del golf profesional, pero no de este deporte. Siento que llegó el momento de devolver lo que el golf me ha dado y si puedo ser un aporte, mejor todavía", asegura sobre sus nuevas responsabilidades.
"Me cansé y siento que si ya no tengo la misma motivación que cuando empecé, no puedo seguir en esto. Yo soy de las que, o va con todo, o mejor me voy. Si no estoy en ese punto, prefiero estar en otra parte donde sí quiera estar, dando mi 200 por ciento", comenta.
La golfista se va feliz. Mejor dicho, regresa a Chile feliz: "Para mí nunca fue una meta jugar golf profesional y menos el LPGA, por eso, el haber llegado ahí me parece un gran logro".