El diseñador español Adolfo Domínguez asegura que el comercio electrónico "revolucionará el consumo de moda, al igual que ha ocurrido con otros productos como el cine, la música o los medios de comunicación", por sus ventajas para reducir costos.

"La red ha desestabilizado el mercado y creado nuevas oportunidades, su efecto será similar al que tuvo la imprenta hace 400 años", señaló el diseñador y empresario, quien durante dos días ha impartido en Bangkok un seminario sobre el rol de las marcas en el mercado global y en España.

Domínguez, presidente de la firma que cuenta con más de 440 establecimientos propios y unas 160 franquicias en cuatro continentes, manifestó que "aunque los consumidores adquirirán algunas prendas básicas en internet, seguirán frecuentando las tiendas para probarse modelos más sofisticados".

NUEVAS TIENDAS
La firma textil, que produce la mayor parte de sus artículos en China e India, planea en los próximos cinco años ampliar el número de tiendas en el extranjero, que desde el 20% actual pasarán a representar el 50% del total.

En base a esa estrategia, el empresario prevé que pronto el 90% de la estructura comercial esté ubicada fuera de España.

"Este año hemos abierto unas 200 tiendas nuevas, la mayor parte en Latinoamérica y Asia", precisó Domínguez, español de 59 años de Puebla de Trives (Orense).

Solamente en China, la marca española planea abrir cerca de un centenar de establecimientos en los próximos dos o tres años.

"El consumo de moda de media y alta gama crece muy rápido en China, donde como en otros países en desarrollo se está creando una sociedad con una amplia clase media", afirmó el diseñador gallego, quien en septiembre regresará a la Pasarela Cibeles de Madrid después de diez años de ausencia.

A su juicio, "incluso en la coyuntura actual, el Gobierno chino estimulará el consumo interno porque su economía no podrá depender tanto de las exportaciones".

MODA ECOLOGICA
El modisto indicó que si en los años 80 el lema de su empresa era la "arruga es bella", el eslogan que le hizo famoso, "en la actualidad la compañía se inclina cada vez más hacia lo natural y ecológico".

La marca Adolfo Domínguez lanzó este año una colección de prendas de algodón y lino orgánicos, confeccionadas sin forros ni cremalleras y con etiquetas de papel reciclado.

"Queremos expresar que la industria tiene que adaptarse a la tierra, quien no tenga conciencia ecológica está ausente del mundo. Además de vender ropa en mis tiendas, explico con mensajes la importancia de preservar la naturaleza", subrayó.

NICHO DE MERCADO
Domínguez apuntó que su nicho de mercado se encuentra entre los usuarios de marcas de lujo como la francesa Hermès y de las tiendas de bajo costo como la sueca H&M, y destacó que "otro fenómeno actual es que muchos clientes de Prada también compran en Zara".

El diseñador indicó que su marca seguirá siendo fiel a una estética "sencilla y refinada, con una línea sencilla que provoque emociones" y el lino, cuyas arrugas dieron luz al famoso eslogan, continuará siendo su tejido estrella.

"Nuestros clientes son profesionales con títulos universitarios que buscan calidad pero son conscientes del precio", señaló Domínguez sin dejar de matizar que "los gustos estéticos se están homogeneizando en todo el mundo a causa de la globalización".

Explicó que el éxito de su empresa se debe a que controlan todo el proceso comercial desde la producción hasta la venta final y a que ofrecen un producto con una marca de "excelencia a un precio razonable".

A pesar de que las acciones de la empresa que preside subieron recientemente un 24% en la Bolsa española, Domínguez, propietario el 30% de la compañía, admitió que las ventas han descendido a causa de la crisis económica.