La tercera jornada de la 70ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) tuvo ayer como eje principal una de las preocupaciones básicas del ejercicio periodístico: el derecho a la libertad de expresión. Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, fue el moderador del panel donde se expusieron uno a uno los informes de los países de la región.

Según datos de Freedom House citados por Paolillo, una de cada siete personas en el mundo vive en sociedades con plena libertad de prensa. "Con gradaciones desde la censura a los medios hasta la decapitación lisa y llana de los periodistas", dijo Paolillo.

La primera exposición revisó el rol de la Relatoría de Libertad de Expresión, institución instaurada en 1998 con el fin de proteger la libertad de expresión.

El seminario contó con la intervención de Catalina Botero, ex relatora de la OEA, y José Miguel Vivanco, director de la división de Human Rights Watch para las Américas. Botero, que dejó la relatoría este año, se refirió al estado precario en que asumió el puesto en el 2000, momento en el cual era una institución "que no existía en el imaginario colectivo" para llegar a convertirse en "un referente regional", que se ha instalado en la agenda legislativa de la mayoría de los Estados.

"A los Estados no hay que pedirles cosas que no pueden hacer; hay que pedirles todo lo que pueden hacer", indicó Botero.

Vivanco, por su parte, se refirió a la decisión de los países que este año asistieron a la cumbre de la Celac en La Habana, donde "firmaron un acuerdo que dice que es el Estado el que cuenta con los derechos inalienables". Según Vivanco, "todos entendemos que esos derechos le pertenecen a la persona", y no al Estado.

Ante esta situación, el segundo panel instaló la pregunta de si acaso se puede hablar de democracias en América Latina. Joaquín Morales Solá, reconocido columnista del diario argentino La Nación, se refirió a Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Bolivia como países que "no actúan bajo sistemas propios de la democracia, sino bajo los liderazgos amenazantes de un sistema que desdice las normas de la democracia".

Morales Solá también expuso su propio caso, al definirse como un periodista argentino "que vive en un país donde la prensa está en situación permanente de libertad condicional". Además, denunció al gobierno de Cristina Kirchner de legislar arbitrariamente contra el Grupo Clarín, "a través de una ley sesgada de medios".

La discusión terminó con la exposición del chileno Genaro Arriagada, ex ministro y miembro del Consejo Nacional de Televisión, quien se refirió a los altos niveles de concentración de medios en América Latina. "Lo que la sociedad necesita para que haya un debate adecuado es una multiplicidad de medios. Tengo muchas dudas sobre cuál es la solución", afirmó.