El informe final sobre las causas de la desaparición del submarino de la Armada Argentina ARA San Juan, accidente ocurrido el miércoles 15 de noviembre en el océano Atlántico, mientras realizaba maniobras de rutina, señala que una falla en un equipo de radio generó el ingreso de agua que causó un incendio o explosión que lo dejó incomunicado.
Hasta ahora, pese a los múltiples intentos por hallar la nave y a los 44 tripulantes que iban en ella, aún no se ha encontrado el sitio del incidente.
El siniestro generó inmediatamente cuestionamientos sobre la seguridad de este tipo de embarcaciones, tal como ocurre en la industria de la aviación después de un incidente. Por ejemplo, tras el accidente de Los Rodeos, en 1977 en Tenerife, España, en el que dos aviones 747 de KLM y de PanAm colisionaron en la pista -que generó 583 muertos, el evento más letal de la aviación-, el choque produjo varios cambios en las regulaciones internacionales de la aviación, como instaurar frases preestablecidas en inglés para la comunicación entre la tripulación y la torre de control. Además, se comenzaron a instalar sistemas de navegación automáticos para niebla en los aviones.
Comunicación y posición
Robert Farley, profesor y experto en asuntos marítimos de la U. de Kentucky (EE.UU.), cree que aunque es pronto para adelantar cuáles serán los cambios en la industria naval para este tipo de embarcaciones, tal como en el accidente de Los Rodeos, el principal punto a mejorar es la comunicación. "Sin más detalles del accidente, es muy difícil anticiparse, pero como mínimo los procedimientos de comunicación deberían mejorar. El San Juan podría haber indicado más claramente su posición y su situación (de lo que sabemos ahora), y la Armada argentina se podría haber comunicado más claramente, tanto con las marinas asociadas como con las personas de su país", dice Farley a La Tercera.
Además, agrega que el sistema de mantenimiento también es un punto importante a revisar. "Me imagino que los otros dos submarinos de la Armada argentina se someterán a importantes controles de mantenimiento y reciclaje antes de sus próximas patrullas. No espero que haya mucho impacto sobre cómo otras armadas manejan sus submarinos, aunque hay que esperar lo que la investigación final diga".
Más mantención
El especialista británico Neil Hopkins, que trabaja en el sistema de rescates de la OTAN, considera que una de las primeras consecuencias será la mantención correcta de los submarinos. "Desde mi experiencia, todos los sistemas de escape submarino, rescate y alerta de las marinas podrían mejorarse, pero la falta de dinero es un problema para todos. Supongo que los submarinos en Chile no son muy diferentes a los de Argentina. Todo depende de qué tan bien se mantengan", dice a La Tercera.
Luis Avial Bell, geofísico español, dijo en el programa de TV argentino Animales Sueltos, que el episodio va a modificar el futuro de los submarinos. "Estoy seguro de que los sistemas de seguridad pasivos van a cambiar radicalmente a partir de este incidente".
El especialista agregó que el problema en el caso del ARA San Juan fue la entrada de agua, que generó un cortocircuito. "Cuando ésta toca las baterías se produce una reacción química que es letal. Provoca una explosión instantánea", un punto que, a su juicio, debe reformularse.