Miles de afganos se congregaron hoy en Kabul para despedir en un funeral de Estado al ex Presidente del país y líder del Alto Consejo para la Paz, Burhanuddin Rabbani, tres días después de su asesinato.

El Presidente Hamid Karzai, miembros del gabinete de gobierno, diputados y diplomáticos participaron en la ceremonia que tuvo lugar en la colina de Wazir Akbar, en el centro de Kabul, cerca de la vivienda de Rabbani.

Delegaciones de países árabes y Medio Oriente viajaron también a la capital afana para rendir el último honor a Rabbani, informó un vocero presidencial.

La televisión estatal mostró cómo el sarcófago con su cadáver, cubierto por una bandera nacional, era llevado a los jardines del palacio presidencial y luego a su tumba cerca de su vivienda. Como señal de respeto fueron lanzadas 21 disparos de salva.

Karzai habló del "incidente más triste en este momento político tan importante". El mandatario afgano señaló que pese al asesinato, continuará con los esfuerzos de Rabbani para lograr una reconciliación con los talibanes.

"Pero también entendemos como nuestro deber combatir a aquellos que están en contra", agregó.

Tras el asesinato Rabbani, el martes en su residencia, surgieron dudas acerca de si una solución pacífica al conflicto con los talibanes es posible.

Una gran parte de Kabul amaneció hoy cercada por miedo a nuevos atentados. "Hemos tomado amplias medidas de seguridad para el funeral de hoy", dijo un vocero de la policía.

EXPLOSION
En tanto, siete civiles murieron hoy y cuatro resultaron heridos por la explosión de una bomba al paso del vehículo en el que viajaban por el conflictivo sur del país. El incidente ocurrió en el distrito de Maiwand de la provincia meridional de Kandahar, según explicó el jefe de la policía de esta región, Abdul Razaq.

Entre las víctimas hay tres niños y dos mujeres. Las bombas camineras o artefactos explosivos improvisados son uno de los métodos preferidos de los insurgentes para hostigar a las fuerzas de seguridad en Afganistán, aunque en la práctica causan un gran número de víctimas civiles.

Los sucesos violentos son una constante en el cinturón suroriental del país asiático, donde predomina la etnia pastun, de la que procede la mayoría de los combatientes del movimiento talibán afgano.