Las amapolas cultivadas en Afganistán abastecen un mercado de US$65 mil millones en heroína y opio, que llega a 15 millones de adictos y del que Europa, Rusia e Irán consumen la mitad del suministro, según reveló hoy un informe de Naciones Unidas.

Afganistán produce el 92% del opio mundial, una pasta espesa de la amapola usada para hacer heroína, y el equivalente a unas 3 mil 500 toneladas de opio son traficadas fuera del país cada año, señaló el informe de la Oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito (Unodc, por su sigla en inglés).

Cerca de dos tercios de ese material se convierte en heroína antes de dejar el país del centro de Asia, mientras el resto es contrabandeado como opio, enfatizó el estudio.

Menos del 2% de ese opio y heroína es capturado por las autoridades antes de salir del país, y el 40% de la heroína sale a través de Pakistán, el 30% hacia Irán y cerca del 25% a través de Asia Central.

"La región fronteriza entre Afganistán y Pakistán se ha convertido en la mayor zona de libre comercio de cualquier cosa ilícita (...) drogas por supuesto, pero también armas, equipamiento para fabricar bombas, precursores químicos, dinero de la droga, incluso personas e inmigrantes", dijo el director ejecutivo de Unodc, Antonio Maria Costa.

"La tormenta perfecta de drogas y terrorismo (...) podría dirigirse hacia Asia Central", advirtió Costa. "Una gran parte de la región podría verse envuelta en terrorismo a gran escala, poniendo en peligro sus grandes recursos energéticos", agregó.

Mundialmente, sólo el 20% de los opiáceos afganos son interceptados antes de llegar a los adictos, mientras se requisa el doble de cocaína proveniente de Sudamérica, informó el estudio.

Además, el valor de la heroína se incrementa con cada cruce de fronteras, de unos US$3 el gramo en Kabul a más de US$100 en las calles de Londres, Milán o Moscú.

Europa consume el 19% del opio del mundo, Rusia e Irán llegan a un 15% cada uno, China un 12%, India un 7%, Pakistán, Africa y las Américas un 6% cada uno, sostiene el reporte, Adicción, Crimen e Insurgencia: La Amenaza Transnacional del Opio Afgano.

El comercio de opio afgano también financia a los insurgentes, dijo Costa.

Desde 2005, los talibanes han ganado cerca de 160 millones al año, por impuestos al cultivo y comercio del opio en Afganistán, dice el documento.

Los talibanes y Al Qaeda también comparten el mercado del opio de Pakistán, de US$1.000 millones al año.