El grupo de operaciones especiales de la Marina de Estados Unidos (Seals), que acabó con la vida de Osama bin Laden en mayo pasado, no tenía intención de detener al líder de Al Qaeda sino que su único objetivo era matarlo, según nuevos detalles de la operación publicados hoy por la revista The New Yorker.
"Nunca estuvo en cuestión si había que detenerlo o capturarlo (a Bin Laden). No fue una decisión tomada en una fracción de segundo. Nadie quería detenidos", afirmó un oficial de operaciones especiales a la revista, que publica un relato pormenorizado de la Operación Gerónimo que terminó con la muerte del líder de Al Qaeda.
La versión oficial de la administración estadounidense siempre ha sido que la operación llevada a cabo en Pakistán tenía como misión capturar a Bin Laden, pero en ese momento el terrorista ofreció resistencia y por eso se abrió fuego contra él, según dijo en varias ocasiones el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Bin Laden murió tras recibir dos disparos, uno en el pecho y el otro en la cabeza, de uno de los soldados de los Seals que participó en el operativo, quien tras comprobar que el terrorista había sido abatido dijo por el sistema de radio "Gerónimo E.K.I.A", acrónimo en inglés de "enemigo muerto en combate".
Fue entonces cuando el presidente Barack Obama, quien había estado siguiendo en directo la operación desde la sala de crisis de la Casa Blanca, dijo "lo tenemos", dando por finalizada una operación secreta de apenas 40 minutos en una residencia de Abbottabad, a 50 kilómetros de Islamabad, la capital paquistaní.
Los soldados llegaron al complejo en dos helicópteros Black Hawk, aunque meses antes se plantearon a Obama diferentes alternativas, desde cavar un túnel para llegar a la residencia hasta lanzar un ataque aéreo con bombarderos B2 Spirit, propuesta apoyada por el entonces secretario de Defensa, Robert Gates, según la revista.
Antes de que cayera abatido el líder de Al Qaeda, otro soldado mató a uno de los hijos del terrorista, Khalid bin Laden, mientras que una de las dos esposas que estaban a su lado en la habitación donde fue localizado en la tercera planta de la residencia recibió un disparo en la pierna.
Unos días más tarde, el presidente estadounidense viajó hasta la base militar de Fort Campbell, en Kentucky, para felicitar personalmente a los integrantes de la misión y, según The New Yorker, Obama nunca preguntó la identidad del soldado que disparó a Bin Laden y ellos "tampoco se ofrecieron como voluntarios para responder".
Ese día el presidente recibió de regalo una bandera de Estados Unidos firmada en la parte de atrás por cada una de las personas que participaron en la Operación Gerónimo, que ya ha sido planchada y enmarcada en un lugar "privado y de gran significado" para Obama, según detalló esa publicación.
Según el Gobierno de Estados Unidos, el cuerpo de Bin Laden fue trasladado del complejo de Abbottabad al portaaviones Carl Vinson, en el mar de Arabia, donde siguiendo las costumbres islámicas se lavó y se envolvió en un sudario blanco, para después introducirlo en una bolsa con carga pesada y lanzarlo al mar.