Un artículo del semanario L'Espresso, que será publicado en el próximo número, sostiene que a las fiestas del jefe de gobierno italiano, Silvio Berlusconi, "llegaron incluso mujeres vinculadas con los clanes mafiosos".
Este semanario pertenece al grupo l'Espresso, también propietario del diario La Repubblica, y el miércoles había informado que daba mandato a sus abogados para querellar a Berlusconi, por haber declarado en público que el diario le lanzó un ataque subversivo.
El semanario reconstruyó la figura de Giampaolo Tarantini, joven empresario de la ciudad meridional de Bari, a quien se señala como la persona que contrató a numerosas jóvenes para que asistieran a fiestas en casa de Berlusconi.
Tarantini, según la revista, habló con el jefe del gobierno "en decenas de conversaciones a todas las horas del día y de la noche".
De acuerdo con L'Espresso, Berlusconi "no tenía secretos con él".
"Tanto es así -dice el semanario en el artículo que fue anticipado hoy- que (Berlusconi) llegó a describir los detalles, desde el color del pelo hasta las medidas de las curvas, de las mujeres que quería que se le enviaran a Palacio Grazione (su residencia privada en Roma) o en la Villa Certosa (mansión de vacaciones en Cerdeña)".