De acuerdo al diario estadounidense The New York Times, el Presidente de EE.UU., Barack Obama, ultima los detalles de una nueva estrategia nuclear que incluiría la reducción del arsenal estadounidense en "miles de armas".
La nueva estrategia, que podría revertir algunas iniciativas del gobierno de George W. Bush, estaría siendo discutida en la Casa Blanca, lo que sería la primera actualización de la política nuclear estadounidense desde 2002.
De acuerdo a lo que indicaron altos funcionarios al diario, el secretario de Defensa, Robert Gates, y un grupo de asesores presentarán hoy varias opciones a Obama sobre algunos puntos que no están resueltos.
Uno de ellos es determinar las circunstancias en las que Estados Unidos podría utilizar armas nucleares, que han sido consideradas un elemento disuasorio desde la Guerra Fría.
El gobierno ha rechazado las propuestas para que Estados Unidos declare que jamás será el primero en usar armas nucleares, dijeron los funcionarios a The New York Times .
La decisión de reducir el arsenal nuclear va en la línea del discurso que pronunció Obama en abril del año pasado en Praga, en el que abogó por eliminar en un futuro los arsenales nucleares existentes.
"La existencia de miles de armas nucleares es el legado más peligroso de la Guerra Fría", sostuvo el Presidente estadounidense en esa ocasión.
Para algunos de sus detractores este argumento es ingenuo, más aún en un momento en el que se ha reactivado la amenaza nuclear por parte de países como Irán y Corea del Norte.
Sin embargo, algunos de sus seguidores han mostrado su preocupación ante la posibilidad de que Estados Unidos pueda usar armas nucleares en respuesta a un ataque biológico o químico, o contra un país que no tenga arsenal nuclear.
Esta es una de las principales cuestiones que "debe ser resuelta en las próximas semanas", indicaron los funcionarios, ya que la mayoría ya han sido acordadas, aseguraron al diario asesores y militares que han participado en más de media docena de reuniones.
En el centro de la nueva estrategia, adelantó el periódico, hay un enfoque renovado en el control de armamentos y los acuerdos de no proliferación.
Esto incluye un esfuerzo para la aprobación del Tratado para la Prohibición de Pruebas Nucleares, que el gobierno de Bill Clinton no pudo sacar adelante y que ahora todavía enfrenta grandes obstáculos para ser ratificado en el Senado.
También incluye revisiones del Tratado de No Proliferación Nuclear, con objeto de cerrar las lagunas que los críticos dicen que han sido explotadas por Irán y Corea del Norte.