Cada uno de los 10.138.374 afiliados a una AFP podría recibir a comienzos de marzo próximo un correo electrónico, por parte de la AFP en que está inscrito, con un pequeño currículum de los candidatos a director en las empresas donde la gestora invierte los fondos de pensiones. La idea es que sean ellos, los dueños de esos ahorros, quienes elijan a sus representantes.

Y aunque todavía no está claro el mecanismo y se afina la fórmula para llevarlo a cabo, éste podría ser el primer paso de la industria de AFP para incorporar de manera real a los cotizantes a las decisiones de inversión de sus ahorros para la vejez, algo que el gobierno destacó como uno de los objetivos de los cambios al sistema.

"Los fondos que son propiedad de millones de trabajadores deben gestionarse de manera transparente y con participación de sus verdaderos dueños. Con ese fin, nuestra propuesta incorporará representantes elegidos de los cotizantes en la administración de los fondos, de manera que puedan participar desde definiciones claves, como las políticas de inversión; la elección de los directores y de las compañías en que se invierten los recursos o las campañas de información", dijo la Presidenta Michelle Bachelet en la cadena nacional que hizo el 9 de septiembre pasado, cuando anunció los lineamientos que seguirá su administración para mejorar el actual sistema de pensiones, hoy enfrentado a múltiples y transversales cuestionamientos.

Si bien en el gremio de la administradoras de fondos de pensiones descartan que esta medida sea una contrapropuesta al anuncio gubernamental o a las masivas manifestaciones que ha convocado el movimiento No+AFP (ver recuadro), lo cierto es que la coyuntura le agregó un sentido de urgencia a la iniciativa. Esta, de hecho, comenzó a ser analizada a inicios de este año al interior del directorio de la Asociación de AFP.

El diablo está en los detalles

La industria previsional privada quiere que la entrada de los afiliados, a este nivel de decisiones, más elevado, sea implementada para la elección de candidatos a directores independientes durante el primer trimestre de 2017, aseguran fuentes del sector.

Pero reconocen que se trata de un tema complejo. Si bien existe el convencimiento pleno de las ventajas de avanzar en esa dirección, las dificultades operativas son altas: hay que crear una plataforma que permita a los más de 10 millones de afiliados a las administradoras ejercer el nuevo derecho, además de evitar errores, asegurar que el sistema resista y que no pueda ser vulnerado, entre otros aspectos.

Por lo mismo, en la asociación se evalúa en paralelo cómo determinar la forma y condiciones en que se producirá la votación. Las dudas que existen apuntan a si deberán votar todos los afiliados o solo los que están con sus cotizaciones al día, pero también a si se contabilizará la exposición completa de cada AFP a la empresa donde colocó recursos o si será necesario diferenciar por cada fondo.

Las interrogantes también se plantean respecto de si los votos se ponderarán según la participación de cada administradora en el accionariado de una firma, etc.

Frente a este panorama, las AFP están planteando que si todos los análisis concluyen que la implementación de esta fórmula es viable, quizá lo más factible sea que el proceso se inaugure en el primer trimestre de 2018 y no antes.

Según datos de la Superintendencia de Pensiones (SP), a septiembre último las seis AFP hoy vigentes gestionan US$ 176.556 millones en fondos de pensiones.

Rendición de cuentas

El que las gestoras se hayan transformado en proveedores de capital para el mercado bursátil ha significado que asuman un rol de accionistas minoritarios protagónico, lo que sumado a su deber fiduciario -inherente al cuidado de los ahorros para la pensión de los afiliados-, las ha llevado a encarar diversas polémicas por operaciones con eventuales conflictos de interés que no fueron correctamente resueltos o que implicaban un perjuicio para los accionistas y, por ende, los propios ahorros para las jubilaciones.

Por esto, algunos ejecutivos creen que la elección permitiría avanzar en mayor transparencia, impulsando con más fuerza la cultura de rendición de cuentas, no solo entre las AFP y sus afiliados -por los nombres que se les propongan como candidatos a directores-, sino también entre los directores y los mismos afiliados. Ello, porque serán estos quienes deberán determinar si los profesionales que eligieron están capacitados para seguir o no representando sus intereses.

"Con esto se visibiliza el hecho de que los directores que salen electos no tienen que hacer 'lobby' con las gestoras, no tienen entre sus deberes entregar informes o reportes periódicos. Así, se reafirma que los ejecutivos de las AFP monitorean la situación como un accionista más, enterándose por los medios o por los canales de comunicación determinados para ello", plantea un ejecutivo.

La única misión que tienen los directores independientes es velar para que el ejercicio de la empresa tenga por objetivo el beneficio de todos sus accionistas, cumpliendo con el deber de cuidado, lealtad, información, reserva y representación.

Por eso es que los impulsores de la fórmula destacan que el "voto popular" también podría ayudar a fomentar una mayor participación de los afiliados y de accountability entre la AFP, el director y el ahorrante. "Esto podría generar un marco de accountability, ya que el director independiente tendría que ver alguna forma de generar un canal de información con el afiliado que le permita rendir cuentas respecto de cosas que sucedan, resguardando los deberes que implican pertenecer a un directorio", explica un entendido en esta propuesta.

Otra ventaja de que sean los afiliados quienes determinen los nombres propuestos por la industria de AFP para integrar los directorios de empresas es que eso ayudaría a extinguir la acusación de que la elección de estos nombres se realiza entre amigos. "Va a permitir que quienes lleguen a la terna sigan siendo personas que tengan un blindaje en torno a eso, que justifiquen su mayor idoneidad con ese cargo, lo que podría llevar, incluso, a incrementar los requerimientos para optar a director independiente", acota un ejecutivo.

En las AFP subrayan los beneficios para los afiliados que no solo en rentabilidad ha generado la inversión de los fondos de pensiones en sociedades anónimas. En 2007, los economistas Fernando Lefort y Eduardo Walker evidenciaron que las empresas en las que las AFP invierten valen un 14% más que aquellas donde no existen fondos de pensiones entre sus accionistas. Aunque esto podría ser un dato más de la causa, lo cierto es que el valor agregado que entrega la participación de las AFP -y su presencia en los directorios- ha sido clave para el perfeccionamiento de la normativa en torno a los gobiernos corporativos de las sociedades anónimas locales.

Mujeres y caras nuevas

Las AFP han ido sofisticando la elección de los representantes de los fondos de pensiones en los directorios, entregando el proceso de selección de candidatos a head hunter o firmas de reclutamiento de ejecutivos y personal.

A esto se suma la decisión de las gestoras previsionales de allegar fuerzas con otros inversionistas institucionales para conseguir instalar a sus candidatos en las respectivas mesas directivas.

Este año, el proceso finalizado en abril pasado estuvo a cargo de Amrop MV Consulting, entidad que entrevistó a 155 candidatos para conseguir 35 postulantes a directorios por parte de los fondos de pensiones. Las AFP posicionaron a 26 de sus nombres en empresas chilenas, 18 de los cuales eran nuevos en esos procesos.

El miércoles pasado comenzó el nuevo proceso de búsqueda de directores para al menos 20 empresas, entre las que destacan Ripley y Concha y Toro. Este será el segundo y último año en que la firma de Max Vicuña asuma el proceso, ya que para 2018 se realizará una nueva licitación.

El mandato para la búsqueda que comienza está claro: caras nuevas, más mujeres y evitar al máximo eventuales conflictos de interés, lo que implica, por ejemplo, no contemplar nombres ligados a la banca o a estudios de abogados muy grandes. Ello, bajo la premisa de que el director independiente debe defender a todos los accionistas y, en particular, a los afiliados. Aunque no se mencionó que estos criterios serán considerados en la modalidad que se estudia, es altamente probable que sean tomados en cuenta.

Además, reconocen en la industria, entregar la decisión final de la elección de directores independientes a los afiliados ayudaría a perfeccionar el comité que revisa los perfiles de quienes integran las ternas o quinas las para las empresas que renuevan directorio. En esa instancia hoy participan directores, gerentes generales y de inversión de las AFP. Ahora, si todo sale bien, se sumarían los afiliados.